Colombia anunció el cierre de los pasos fronterizos con Venezuela y restringió la entrada de extranjeros que estuvieron en Europa y Asia en los últimos 14 días, como medidas de freno a la epidemia.
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, tachó la medida colombiana de “irracional” al “no coordinar acciones” con el país petrolero para prevenir los contagios. Venezuela se declaró en “estado de alarma” tras confirmarse los dos primeros casos y Uruguay decretó la emergencia sanitaria y el cierre parcial de fronteras.
BRASIL y argentina. Las autoridades de Río de Janeiro y Sao Paulo, los dos estados con mayor número de casos de coronavirus, anunciaron medidas para evitar la expansión de la enfermedad que incluyen la suspensión de clases en escuelas y eventos públicos, aunque lo harán de forma diferente.
El test del presidente brasileño Jair Bolsonaro dio negativo, pero su ministro de Salud Luis Enrique Mandetta sugirió al presidente nuevos testeos y varios días de aislamiento, como dispone el protocolo médico.
Argentina también analiza aplicar controles estrictos al ingreso de extranjeros en los pasos fronterizos terrestres para prevenir nuevos contagios en el país, que ya registra 45 casos confirmados y dos muertes. Ayer sumó 11 nuevos casos, por lo que la lista subió a 45 infectados, dos de los cuales fallecieron.
MÁS. Ecuador anunció el viernes su primer muerto, mientras que confirmaron un primer contagiado Surinam y Guatemala, que pondrá en cuarentena a todos los estadounidenses y canadienses que ingresen al país.
Cuba anuncia que tiene antiviral para tratar el coronavirus y puede exportarlo, mientras que Chile prohibió los eventos públicos de más de 500 personas, y declaró en cuarentena por primera vez a un colegio de Santiago donde se registró un caso de coronavirus.
Dos cruceros con unas 1.300 personas, entre las cuales una resultó positiva, fueron puestos en cuarentena en Chile donde los contagiados subieron ayer a 61, informó el Ministerio de Salud.
Tras el ejemplo de varios países, Panamá reveló que prevé suspender temporalmente vuelos procedentes de Europa.