El partido se jugó en la noche del martes en Bogotá y terminó con un empate de 3-3 entre Cúcuta y el Deportes Quindío. La paridad le dio a su equipo el pasaje a Primera. Lazaga, que ya había marcado el 1-0 inicial, empató el partido a los 66 cuando su equipo perdía 2-1 en una jugada en la que saltó y envió la pelota al fondo de la red en una acción más propia del hándbol que del fútbol. Los jugadores del Quindío reclamaron airadamente al árbitro Ulises Arrieta.
AMENAZADO DE MUERTE. Interrogado sobre el gol, el ex atacante de Olimpia y Luqueño dijo inicialmente que no vio la jugada y que no supo si había tocado la pelota con la mano o la cabeza.
Sin embargo, ayer admitió que tocó la pelota con la mano y denunció que ha recibido amenazas por ello.
“Estoy triste porque hacer esas cosas hace ver mal al fútbol. Quiero pedirle disculpas a la gente de Quindío (...) Por esa mano recibimos muchas amenazas mi familia y mi persona, así que hablé con el presidente para ver si podemos resolver eso y si no dar un paso al costado”, dijo Lazaga a la cadena de radio RCN.
La Policía local le brindó custodia de seguridad y en los medios periodísticos colombianos fue el tema del día.