En su informe de gestión resaltó que logró un ahorro de más de G. 30.000 millones mediante recortes de gastos superfluos, tras cuatro periodos como presidente, tres de ellos consecutivos.
Precisó que incluso hubo una menor cantidad de funcionarios contratados por jornales y profesionales, lo que alcanzó un ahorro de G. 5.000 millones en forma anual. Antes de despedirse, renovó los contratos a 500 funcionarios hasta diciembre.
El gran fracaso de Alliana fueron las rabonas de los diputados que llegaban tarde sin temor a sanciones, obligando a levantar las sesiones y convocar extraordinarias con un orden del día acomodado a los intereses colorados. “Las llegadas tardías lamento, pero dejar sin cuórum es una herramienta de los diputados que utilizan todos, incluso las minorías. Fue frustrante ver a colegas que llegaban muy tarde y no se podía iniciar la sesión y luego los altercados. Pero dentro de mi corazón no hay ningún tipo de rencor contra los colegas”, expresó.
“En cuatro años ni una sola vez iniciamos a las 08:30. Siempre se levanta por falta de quórum. Se creen dueños de las instituciones republicanas. Esta cámara no tiene cabeza ni control, no veo la hora de que asumas, Carlos María”, manifestó Kattya González.