El argumento del legislador es que en la Cámara Baja “no se va a seguir la batuta de unos cuantos y de los medios de comunicación que quieren instalar una agenda. Se decidió en mesa directiva y no se le puede culpar a una bancada o a los colorados o a los liberales. Se decidió en mesa directiva el mecanismo que se va a llevar para tratar los pedidos”, remarcó.
Ante el cuestionamiento de que algunos de los pedidos llevan más de un año de espera, dijo que se intentó reglamentar por ley el artículo 201 de la Constitución, pero que ahora es una cuestión totalmente diferente.
“No es que se quiere evadir el estudio, muchos demostraron que tienen una postura firme, que no tienen miedo a la prensa, a los escraches y que votan a conciencia”, aseguró.
De acuerdo con Alliana, si se quiere forzar el estudio de los pedidos, serán rechazados. “Si hoy se plantea la pérdida de investidura de cualquiera de los colegas se va a rechazar, les puedo asegurar y no solo se les debe culpar a los colorados, si se quiere forzar se va a rechazar”, puntualizó.
El también presidente del Partido Colorado se mantiene en su postura de que debe haber sentencia judicial firme y ejecutoriada para que un legislador sea expulsado.
Sin embargo, la propia Constitución establece claramente que una de las causales es el tráfico de influencias fehacientemente comprobado.