Ahora, la expresión ciudadana contra la corrupción de los ciudadanos ha sido mayor. Reunió a hombres y mujeres, que nunca se habían expresado manifestándose. Luego, se prolongó con el rechazo ciudadano a los 23 senadores.
Paralelamente a todo esto hubo decenas de manifestaciones entre los campesinos contra los abusos de policías y militares en el Norte, contra los sicarios que realizan asesinatos selectivos, contra fiscales y jueces vendidos a los sojeros en las invasiones campesinas.
Algo se puso en marcha en mayo del 2012. Pero algo más fuerte se ha puesto en marcha en noviembre del 2013.
De buscar alianzas y de no dejarnos engañar. De hacer que no se apague la llama encendida. De llevar hasta el final las decisiones tomadas. De incentivar la unión entre el campo y la ciudad. De no olvidar en nuestro rechazo a un Ejecutivo privatizador y vendido al sistema neoliberal, que ya tiene por ley poderes casi dictatoriales. De irnos buscando otros representantes que nos representen.
Es tiempo de reflexión y de acción.
Reflexión de que hay que ir con la mejor información posible y que tiene que hacerse colectivamente para saber acertar.
Acción que es muy amplia.
Primero, la interna de purificarnos. Luego la externa, que tiene que ser la exacta para cada tiempo, que tiene que ser bien organizada para sin cansar, ser constante. Y que tiene que conseguir sus objetivos. Ha llegado la hora de hacer análisis estratégicos de la realidad.
Y no olvidemos nuestro lema de VENCER Y VIVIR.