AP
Río de Janeiro
En medio de discusiones del Gobierno federal y el estatal por el envío de tropas militares a Río para combatir la violencia, balaceras entre bandas de traficantes y la Policía provocaron ayer la muerte de al menos 20 personas y heridas a varios transeúntes, informaron funcionarios.
Por lo menos 14 supuestos miembros de bandas murieron en un largo enfrentamiento en la barriada de Mineiro, cerca al centro de la ciudad, dijo una funcionaria de la Policía, quien declinó ser identificada debido a políticas internas policiales.
“No hemos cerrado la operación, la cifra podría ser mayor”, dijo la funcionaria.
No quedó claro de inmediato cuántas de las víctimas fueron muertas a manos de las bandas y cuántas por la Policía.
En otro tiroteo, aparentemente sin vinculación al choque de Mineiro, la Policía mató a seis supuestos traficantes cerca a la barriada de Bangú, en el este de Río de Janeiro.
“La situación está bajo control ahora. Hicimos lo que teníamos que hacer”, dijo el coronel Samuel Dionisio, de la Policía estatal de Río de Janeiro. “Fue una acción relativamente feliz para la Policía porque conseguimos evitar algo mucho más serio”, agregó en una entrevista televisiva.
La balacera en Mineiro comenzó ayer temprano, cuando bandas rivales de las barriadas de Mangueira y Alemão intentaron invadir Mineiro para tratar de asumir el control del lucrativo negocio de venta de drogas, indicó la Policía.
Agentes rodearon la barriada o “favela” en un intento de poner fin al choque de los grupos rivales, pero el enfrentamiento se extendió hacia la barriada de Catumbi, provocando el cierre de un túnel que conecta las regiones del sur de Río con las del norte.
La balacera se extendió por varias horas y provocó el caos en el tránsito de la ciudad.
Dos transeúntes fueron heridos al ser rozados por balas. Otro recibió un balazo en la cabeza cuando estaba sentado en un autobús atrapado en el tránsito debido a los enfrentamientos.
Imágenes de televisoras locales mostraron a familias con chicos pequeños corriendo por las calles en busca de refugio y agentes disparando sus fusiles de asalto hacia las colinas de las favelas.
Ocho personas fueron detenidas por la Policía, acusadas de ser parte de las bandas.
Los dos distintos incidentes se produjeron un día después que el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, los ministros de Justicia, Tarso Genro; de Defensa, Waldir Pires, y mandos militares discutieron un pedido de Cabral de enviar tropas militares a Río para combatir la violencia.
Una ciudad violenta
Río de Janeiro es una de las ciudades más violentas del mundo, con una tasa anual de homicidios de 50 por cada 100.000 habitantes.
La mayoría de esas muertes ocurre en algunas de las 600 favelas de la ciudad y que están casi bajo el control total de las bandas armadas de traficantes.
Cuando la Policía ingresa a esas barriadas usualmente lo hace disparando y en general describe a las víctimas como bandidos y asegura que fueron abatidos en defensa propia.