Un nepotismo que arrasa implementó Santi Peñasu gente se siente dueñade las arcas del Estado,quizá siendo un letradoo un experto en patraña.La repartija de cargoscircula entre parentela,selecta es la clientela,que merece ser premiada:hijas, sobrinas, cuñadascada quien con su parcela.Las críticas que chorreanles importan un carajo,que vengan de arriba, abajoles interesa un cominoya eligieron su camino:el recaudar sin trabajo.El presi nombra al hijocon cargo de secretariose cuelga así del erarioque al común pertenece,pero el hijo se merece,según dice el emisario.Y, por fin, Raúl Latorreabandonó su guaridacual una fiera heridarabioso y con vehemenciaen su breve conferenciaprometió ‘tomar medidas’.Amén de investigarlos sueldos ya repartidos,dijo que todos unidosimpondrán la transparencia;el decoro y la decenciason sus sueños preferidos.En verdad ya casi nadiecree en esas peroratasdipuchorros y senarratasadornados de ignorancia,aunque sí con arrogancialucen trajes con corbatas.El más grande opareiserá la vil conclusiónde esa ‘investigación’ordenada por Latorre,tal promesa ya no correcon el pueblo, es mi opinión.Robo con impunidad sin sosiego seguirála negra marca serádel instalado gobiernoque si no ponemos frenosu objetivo cumplirá.Tal es así que se imponela reacción popularpara así recuperarla anhelada Justicia;salvarnos de las codiciasa la igualdad retornar.A todo pueblo sufrientesolo el pueblo suele salvar.