17 feb. 2025

Agotados, pero con fe intacta, llegan hasta la Santa Madre

La fe mueve montañas de fieles. La multitud que cada año llega hasta la Virgen de Caacupé está presente nuevamente este año. Aunque varios peregrinantes presentaron problemas de salud por el calor y otras causas, no hubo marcha atrás hacia la Basílica.

Reposo.  No importa la dureza del piso, cuando se trata de descansar luego de la promesa.

Reposo. No importa la dureza del piso, cuando se trata de descansar luego de la promesa.

Entre los inconvenientes más habituales en esta peregrinación, los servicios sanitarios reportaron la atención de casos de dolores estomacales y deshidratación. También, como cada año, se atendieron casos de lesiones en los pies tras la larga caminata.

Aún con las recomendaciones del Ministerio de Salud, muchas personas no toman las debidas precauciones para protegerse del calor. Incluso, varios de ellos exponen a los niños a las altas temperaturas de esta época.

Aglomeración. Luego de cumplir con la visita a la Virgen o esperando la hora de la siguiente misa, miles de personas se acomodaron en las plazas y veredas. En el rincón ganado por la multitud, ya sea sobre el clásico piri o el suelo duro, cada uno se aferraba al merecido descanso.

Los organizadores anunciaron que hoy, por precaución, no se podrá acceder al camarín de la Virgen.

El buen tiempo, sumado al carisma que transmite el nuevo obispo de la diócesis de Caacupé, contribuyen a la afluencia de fieles. Se estima este año, la participación de 3.000.000 en la festividad.