19 feb. 2025

Agonizamos de burocratismo

Por Gloria B. Rolón L.
grolon@uhora.com.py
Para ciertos autores –como el caso específico de Weber– el burocratismo es la enfermedad devenida de la excesiva burocracia, situación que algunos gobiernos no solo favorecen sino que alientan.
A partir de esa premisa podemos decir, sin temor a equivocarnos, que el Paraguay es un país enfermo de burocratismo –entre otros tantos males que nos aquejan– e incluso, sin exagerar, afirmar que en realidad está al borde de un coma.
¿Que cuándo o cómo contrajo esta enfermedad? Es difícil precisarlo, pero lo categórico es que gracias al gobierno de Nicanor Duarte Frutos el Paraguay, hoy, agoniza de burocratismo. Ni usted, señor, señora, ni yo ni nadie estamos en condiciones de negarlo.
Y como muestra un botón. Unos días atrás escuchaba a una voluntaria de Asoleu, una organización no gubernamental que trabaja con niños y niñas con leucemia, reconocer, ante los medios de prensa, el enorme esfuerzo que deben realizar para lograr desplegar mínimamente su labor. La periodista de Telefuturo –era en ese canal que pasaban la entrevista– le preguntó cuánto era el presupuesto anual de la institución que da cobertura a los niños y niñas leucémicos que siguen un tratamiento, y ella respondió que era de 1.000 millones de guaraníes.
La cifra automáticamente me remitió a otra muy similar: 1.500 millones de guaraníes. Entonces recordé que esta última era la que el Despacho de la Primera Dama había dado al aclarar que era éste el monto que recibe anualmente del Presupuesto para cubrir los salarios de una treintena de funcionarios (Diario Última Hora / 30 de noviembre).
Estoy segura de que las intenciones de la primera dama, la señora Gloria Penayo de Duarte, son las mejores. Pero me pregunto cómo puede el Gobierno darse el lujo de destinar esa cifra a mantener a una “treintena de funcionarios”, cuando que con ella debería estar financiando el tratamiento de muchos más que una treintena de niños y niñas con leucemia.
Por suerte para esos chicos y chicas Asoleu seguirá trabajando, y sus voluntarios y voluntarias dando todo de sí para lograr su meta presupuestaria anual. Pero, por mala suerte para la sociedad paraguaya en general, el aparato estatal seguirá multiplicándose innecesariamente, generando más y nuevas funciones, y paralelamente dando su aporte a oenegés que hacen lo que él deja de hacer. Si esto no es burocratismo, entonces no sé qué lo será.