Con presencia de un fuerte dispositivo de seguridad, hubo un momento en que el presidente Eduardo Delmás y el señor Marcelo Recanate hicieron fuertes y sonoras las voces, no de alientos precisamente sino por desacuerdos de partes. El doctor Lidio Franco, en representación legal de Recanate, llamó la atención al hacer reclamaciones sobre el balance, cuyo contenido no los pudo conseguir, incluso utilizando varios resortes legales. Franco, en algún momento dado, trató de delincuente al presidente.
EL AVISPERO. Durante el acto asambleario, con muchos asistentes para tomar parte de las deliberaciones, por pedido de Recanate, se buscó ampliar conocimientos del estado de la demanda que hay en contra de Delmás y el estado real de la situación de Rodrigo Rojas. El presidente recordó que la demanda del empresario Sebastián Braun estaría a solucionarse haciendo mención sobre Horacio Cartes, quien aparece como garante y que habría depositado la suma reclamada por el demandante, sobre 1 millón y medio de dólares.
Lo que alarmó a la gente también fue cuando el presidente reconoció una larga amistad que tiene con el ex presidente de Cerro Porteño Luis Pettengill. “No importa que fuera presidente de Cerro, nuestra amistad es de hace mucho tiempo”, dijo Delmás en un momento dado.Mucha gente, cuando la calentura subió de tono, gritaba pidiendo la renuncia del actual presidente.
Luego de entrar en la discusión al balance y cuando Recanate pidió que el mismo se resolviera por el rechazo o la aceptación, el propio Eduardo Delmás declaró un cuarto intermedio sin determinar una fecha para la prosecución del acto asambleario. Hubo reprobación total de los opositores tras la decisión tomada.
MUCHA POLÍTICA. “No nos vamos a morir si no se aprueba el balance. Sabemos que si no se aprueba, es motivo absolutamente ajeno a la realidad del balance, persiguiendo otros fines, como políticos. Se politiza este asunto”, indicó Eduardo Delmás. “Nunca vi una asamblea de esta naturaleza. Fue una vergüenza”, comentó el doctor Jorge Saldívar.
VIOLADORES. “Esto son violadores de estatutos... Los que no respetan los estatutos, siendo directivos, no respetan al club. Son unos badulaques, unos sinvergüenzas. Están tirando por la borda todas las glorias del club. Capaz que Olimpia desaparezca en sus manos. Es una barbaridad, terrorífico es lo que hacen”, dijo Osvaldo Domínguez Dibb.