Las concentraciones de esta sustancia se deben a la falta de suficiente infraestructura sanitaria, por lo que los líquidos residuales filtran hasta la reserva de agua dulce, según los responsables del trabajo.
Dentro del proyecto que busca “Determinar la presencia de MTBE (Metil tert-butil éter) y sus productos de degradación en el acuífero Patiño del área metropolitana de Asunción de manera cualitativa y cuantitativa”, los investigadores realizaron una actualización de los datos sobre la presencia de la mencionada sustancia en el acuífero.
El trabajo es realizado por técnicos de la Facultad de Ingeniería con el respaldo de instituciones estatales.
“Los altos contenidos de nitrato, conductividad y sales registradas corresponden a las zonas de alta vulnerabilidad del acuífero. El valor ligeramente ácido del pH podría estar influenciado por estructura geoquímica, las actividades humanas y debido a cambios estacionales en el acuífero ligados a la precipitación”, explicó el doctor Francisco Facetti, encargado de la investigación por parte de la UNA.
Potabilidad. Por encima de los 45 mg/l de nitrato en el agua esta ya no es potable, según el hidrogeólogo Félix Carvallo, también encargado del trabajo. Al respecto, los resultados indican que estas zonas como la parte norte y sur de Lambaré, Villa Elisa en cercanías de Petropar y centro de San Lorenzo, las concentraciones superan los 50 mg/l y hasta llegan a los 90 mg/l.
Estos excedentes corresponden al 10% de los puntos estudiados. El resto se encuentra dentro del límite establecido por la OMS, según el informe.
En tanto que en Mariano Roque Alonso y la zona del aeropuerto Silvio Pettirossi la salinización de aguas del acuífero sería por efecto de la intrusión (infiltración) proveniente de las aguas subterráneas chaqueñas.
“No es novedad”. “Bueno, realmente, no es algo nuevo la contaminación del Acuífero Patiño”, fue la respuesta del ministro de la Secretaría del Ambiente, Rolando de Barros Barreto, con respecto a la publicación de ÚH sobre la presencia MTBE, utilizado como aditivo para combustibles, en el 44% de los 90 pozos estudiados en el marco del proyecto mencionado.
“De manera periódica con otras instituciones del Estado realizamos un monitoreo de 80 pozos en los que se ve un alto nivel de coliformes fecales, por ejemplo. Eso debido a la falta de infraestructura sanitaria, como alcantarillado y planta de tratamiento, obras en las que ahora se está invirtiendo”, subrayó.
“Todo lo que son los pozos ciegos, efluentes cloacales van a diferentes cursos hídricos o pozos de consumo humano, se infiltra en la napa freática y contamina. Lo mismo pasa con actividades industriales”, señaló.
Sostuvo que están trabajando con el Poder Legislativo para establecer una ley que pueda evitar la contaminación del acuífero.
Ordenamiento. El ministro indicó que los municipios hasta la actualidad no cuentan con ordenamiento territorial que permita establecer las áreas industriales, urbanas y protegidas.
Dijo, además, que muchas de las perforaciones artesianas no son acordes a las normativas vigentes. “Muchos de los intendentes y gobernadores hacen pozos sin tener los cuidados técnicos y ambientales”.
Entonces cuando hay una crecida como la que tenemos, esto se inunda y las aguas negras van directo al acuífero justamente ante la falta de inversión y aspectos ambientales que no se tuvieron en cuenta”, afirmó.