Un permiso previo para exportar granos, como el girasol, es el tema que instaló el sector aceitero, como una forma de presionar para la mayor industrialización de las fábricas locales, lo que movilizó a los agroexportadores a exponer sus inquietudes al respecto.
Según trascendió, ayer hubo una reunión en Hacienda entre representantes de los sectores afectados.
La propuesta habría surgido de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas (Cappro).
El ex viceministro de Industria y dirigente de la Cappro, José Vargas Peña, habría hecho el contacto, según las fuentes consultadas, para instalar el tema.
El propio ministro de la cartera fiscal, Dionisio Borda, en algún momento habló de acciones para defender las medidas para la industria nacional. Estas también podrían abarcar a las aceiteras.
CAPECO. En tanto, anoche fue la reunión de despedida del año en la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco). Si bien no hubo mensajes de fin de año, se establecieron las pautas para la próxima asamblea general del gremio.
El encuentro también sirvió para intercambiar conceptos sobre las licencias que pretenden implementar los aceiteros, así como otros aspectos.
El sector de los exportadores teme que la medida afecte los envíos de girasol al exterior, lo que puede generar dificultades en el relacionamiento con las empresas compradoras en los mercados de destino.
En años anteriores se intentó aplicar un impuesto al envío de granos, pero hubo una férrea oposición. Finalmente, se cerró la jornada con una cena entre los asociados, en un momento más informal.
IPTA. Entre tanto, ayer sesionó Diputados, que analizó el veto del Ejecutivo a la creación del Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA), que no logró la mayoría para el rechazo.