En palabras del médico infectólogo Tomás Mateo Balmelli, en vista a los indicadores epidemiológicos presentes se debería aplicar una campaña de vacunación “más agresiva”.
Es decir, en vez de vacunar a un promedio diario de 8.000 personas por día, el objetivo debería ser aplicar la mayor cantidad de inmunizantes; incluso cinco veces más al actual. “Hay que vacunar a un promedio de 50.000, 70.000 o 100.000 personas por día. Por más que tengamos pocas vacunas, porque las vacunas en los depósitos, en los freezers, no previenen la enfermedad; tienen que ser aplicadas. Entonces, esta política restrictiva o autocontrolada de vacunar a la población solamente alarga la agonía”, afirmó el infectólogo.
Existe, también, el temor de que se acaben los biológicos tan rápido con la estrategia sugerida. “Pero cuando se acaben las dosis, deberemos esperar los siguientes lotes y así sucesivamente”, indicó.
“Hay temor de que tengan que abrir las vacunas y que se pierdan las dosis. Entonces, en cada región, como tienen censadas a las embarazadas, van a hacer los llamados para tratar de ordenar la vacunación: Van a llamar para que tal día vayan y así juntar un lote de embarazadas”, explicó el Dr. Vicente Acuña, director del Hospital San Pablo. Él es partidario de que se abra la vacunación de forma masiva. “Hay tiempo para cambiar la directiva y ampliar o liberar la vacunación para todas las embarazadas” y que se haga en todos los vacunatorios del país”, sostuvo.