El abogado Rubén Lisboa, quien representó a Juan Arrom y Anuncio Martí en la demanda de los mismos contra el Estado paraguayo ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), señaló que la revocatoria del carácter de refugiados “era una cuestión previsible”.
“Desde el momento en que el fallo de la Corte IDH dictaminó que el Estado no era responsable por la tortura, secuestro y desaparición forzada, sin que eso implique que no existió, evidentemente era lo que se esperaba, que se revoque el estatus de refugiados políticos”, lamentó.
Recordó que el fallo de la Corte ya fue un mal antecedente para Arrom y Martí, y “no solamente para ellos sino para la defensa de los derechos humanos”, porque representa “un retroceso gigantesco en ese sentido”.
Agregó que en ningún momento se desacreditó que Arrom y Martí fueran secuestrados, torturados y hechos desaparecer, y ni siquiera la Corte IDH lo objetó, aunque afirmó que el Estado no fue responsable. Sobre la decisión del Comité Nacional para Refugiados (Conare) de Brasil, advirtió que “es una cuestión que afecta a todas las personas en sus derechos, no solo a Arrom y Martí”. “Si llega a suceder la extradición, ellos ya vienen con condena anticipada. Habrá un simulacro de juicio, se va a hacer un fusilamiento. No creo que sea bueno ni para ellos ni para la sociedad, ni para todos los que ejercemos el derecho”, expresó.
PESIMISTA. Lisboa también dijo que particularmente nunca tuvo un excesivo optimismo sobre lo que resolvería la Corte IDH, “porque la OEA (Organización de Estados Americanos) siempre cumplió un papel bastante nefasto para toda Latinoamérica, y no sé por qué sería diferente un Tribunal que depende de esa institución”.
“Hoy es una confirmación más de que la OEA cumple su rol jurídico hegemónico, y castiga a quienes no están de acuerdo con este sistema, ese es el caso de Arrom y Martí”, señaló el abogado.
Recordó que en oportunidades anteriores se solicitó la revocatoria del carácter de refugiados y no se aceptó porque no existía una sentencia de la Corte contra de Arrom y Martí. “Ahora con la sentencia de la Corte Interamericana se abrió el camino, aunque no sea vinculante”, acotó.