Algo Anda Mal (AAM), el programa periodístico conducido por Santiago González y Enrique Dávalos, se transmite desde hoy, de 20.00 a 21.30, por Noticias Paraguay (NPY), por los canales 15 y 705 en HD de Tigo Star y toda la red de cableoperadores en el interior del país. A 10 años de su primera emisión, González señala que mantienen el compromiso de trabajar con la trasparencia que los caracteriza.
–¿Qué de nuevo presentará AAM a sus televidentes?
–AAM tiene 10 años como formato y en general la gente conoce nuestro estilo. Con el paso del tiempo fuimos mutando de un programa de debate juvenil a uno de investigación social. Muchos nos definen como un programa de investigación y siempre soy muy respetuoso de esa calificación porque por naturaleza, aunque en ocasiones presentemos temas de investigación, en la mayoría de los casos abordamos la agenda de actualidad, buscando incidir en la opinión pública desde una perspectiva crítica con el poder. Somos un grupo de gente joven muy comprometida con el trabajo, la honestidad y trasparencia en nuestra agenda, aunque eso generalmente genere tensión con los círculos de poder y sus adherentes.
–¿El programa seguirá con su línea de siempre?
–Por supuesto. Esa es la línea de nuestras convicciones, es lo que creemos como periodistas y como integrantes de un equipo. Si la gente nos sigue hace 10 años, es precisamente porque busca ese tipo de contenido y cada vez es más exigente con la calidad y la profundidad del abordaje. Cambiar la línea, reemplazar la crítica, dejar el rol de contralor del poder sería renunciar al ADN del formato. Esto se sustenta en la credibilidad, en la honestidad, en la crítica frontal y en entender que AAM es la denuncia, el debate o el análisis de temas que incomodan, que confrontan ideas y posiciones y donde siempre alguien va a terminar molesto o enojado.
–¿Qué significa ir a un canal de cable?
–Es muy desafiante dejar la zona de confort. Hasta parecerá ilógico para muchos, pero si algo tenemos como equipo es la necesidad hasta generacional de reinventarnos de manera permanente. Cuando llegamos a Telefuturo dejábamos 8 años ininterrumpidos en la RPC, dejábamos la tranquilidad de no tener que pelear minuto a minuto por el ráting, aunque al final los números nos mostraban que éramos lo más visto del canal y junto a los informativos lo más rentable en términos económicos, por la confianza de las empresas.
–Se animaron al cambio...
–Nos pusimos una mochila gigante, porque Telefuturo es un líder donde se requiere de ráting, imagen y facturación. Había que reemplazar todo un hábito de audiencia construido en años que era la película en ese horario. Nos animamos y aceptamos la propuesta. Hoy nos proponen pasar no a cualquier canal de cable, sino a uno que en muy poco tiempo logró posicionarse como el más importante e influyente en el rubro de noticias y aunque sabemos que la penetración hoy es menor a la del aire de Telefuturo, consideramos que es una plataforma de consumo en expansión y que el secreto para generar audiencia no es la plataforma, sino la calidad del contenido. No nos asusta la idea, al contrario, nos reinventa.
–¿Qué sienten que AAM sea lo más visto en su franja horaria semanal?
–Nos enorgullece enormemente haber derribado aquel prejuicio instalado de “los programas periodísticos no tienen ráting y no tienen anunciantes”. Hoy cerramos dos ciclos logrando en algunos casos hasta triplicar la audiencia de nuestro inmediato competidor y en el consolidado final eso nos permitió ser lo más visto del domingo de 20.00 a 21.30.
–¿Sienten que forman parte de la toma de conciencia sobre temas políticos o sociales?
–Quizá eso deba ser respondido por otros, pero creo que el soporte de audiencia conseguido, el respaldo de los anunciantes más importantes de este país y el mantenernos durante 10 años implica una incidencia en la toma de conciencia sobre temas políticos y sociales.
–¿Qué papel juega su producción?
–Es clave y parte fundamental del programa. Trabajamos con una producción que primero siente AAM en la piel y tiene muy sólidas sus convicciones y valores personales. Para ser buenos periodistas es necesario ser buenas personas dice un viejo pensamiento y sin duda eso se cumple a cabalidad en este equipo de AAM.