“No sé cómo explicar. Por un lado, estoy contento porque regreso junto a mi familia, pero también me siento muy triste porque esto es un fracaso que no merezco yo ni nadie que haya viajado en busca de trabajo”, dijo Ariel Arévalos al llegar al aeropuerto Silvio Pettirossi.
Rodeado de un numeroso grupo de familiares y amigos que lo aguardaban, señaló: “Toda la humillación que pasamos en España la debemos a nuestro Gobierno, que nada hace para evitar que vayamos a rebuscarnos en lejanas tierras”.
Arévalos forma parte de un grupo de 60 compatriotas que el Viernes Santo fueron rechazados en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, España. Los viajeros estuvieron retenidos e incomunicados por 30 horas en una sala de la estación aérea.
La opinión de otros viajeros expulsados que llegaron a las 18 de ayer en un vuelo de TAM, procedente de Buenos Aires (Argentina), se dio en términos parecidos a los expresados por Arévalos.
El domingo de Pascua fueron reembarcados hasta el aeropuerto de Ezeiza, Argentina, y hasta ayer continuaba el arribo de todo el grupo tras las gestiones realizadas por el Consulado paraguayo en Argentina.
Carlos Sánchez, cónsul paraguayo en Argentina, afirmó que han dado toda la atención necesaria a los compatriotas en cuanto a trámites de retorno y alimentación se refiere y que se otorgó prioridad a las mujeres, entre las que se encontraba una madre con un niño de un año.
MAL MOMENTO. Desde el arribo a la ciudad española recibieron un trato “denigrante” por parte del personal de turno, relató Gustavo Giménez, uno de los afectados que mantuvieron conversación telefónica con radio Primero de Marzo desde el aeropuerto argentino.
“Fue denigrante, totalmente inhumano, nos trataron como perros, como a seres irracionales”, manifestó Giménez, quien aseguró que fue hasta España en carácter de turista.
Relató que fueron apartados del grupo mayor y no tuvieron la oportunidad de mostrar sus documentaciones. "Éramos 68 personas a las que no se nos permitió el acceso; actuaron como si fueramos indocumentados. Tampoco tuvimos derecho a recibir visitas de parientes ni abogados”, afirmó Giménez.
El afectado aseguró que contaba con documentos y dinero necesarios para afrontar los gastos de estadía e incluso realizó reservaciones por cinco días en un hotel.
Hoy llega el último grupo
Para hoy se aguarda la llegada del último grupo de paraguayos que fueron reembarcados hasta el aeropuerto de Ezeiza desde Barajas, explicó vía telefónica a ÚH el cónsul Carlos Sánchez. “Tenemos prevista la asistencia para ellos y los trámites con TAM para embarcarlos inmediatamente hasta Asunción. Ya está toda la documentación”, aseguró.
Sánchez manifestó que los paraguayos sacaron pasajes de ida y vuelta y que en su totalidad viajaron por Aerolíneas Argentinas y a través de convenios de esta compañía aérea con TAM se realizó el canje de los boletos para el retorno desde Buenos Aires hasta Asunción.
El diplomático cuestionó que siete de los paraguayos rechazados contaban con cartas de invitación para ingresar a España. Además cumplían con los requisitos y contaban con el viático necesario pero de todas formas el acceso les fue negado. “El criterio para el ingreso es arbitrario, no tienen claro por qué les negaron el ingreso”, sostuvo.
José Lombardo, Familiar: “Vergüenza y decepción”
“Lo que les pasó a estos compatriotas que fueron a buscar trabajo y regresan con las manos vacías es una vergüenza para el Gobierno y una gran decepción para todos sus familiares y amigos”, señaló el familiar de Ariel Arévalos.
Indicó que su pariente no tenía otra opción que rebuscarse en otros horizontes “porque acá recorrió de día y de noche en busca de un trabajo digno, pero no tuvo suerte”.
Lombardo lamentó la forma “indigna” en que los compatriotas son expulsados de España.
“En nuestro país les damos un trato preferencial a los españoles y a los extranjeros en general. Creo que no tendrán ninguna queja en ese sentido, pero en Europa los paraguayos son despreciados”, acotó.