La informalidad laboral sigue siendo una de las principales afecciones del Paraguay, señaló la representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Cecilia Ugaz, y las cifras de su último informe lo confirman: Solo una de cada cinco personas ocupadas cuenta con un seguro de jubilación.
Este es el resultado de un informe, que al cierre del 2011 registró unas 2.915.962 personas ocupadas, de las cuales solo 545.285 cuentan con un empleo denominado formal; mientras que los restantes 2.370.677 se desempeñan en un trabajo donde no aportan en el retiro jubilatorio.
Este empleo informal puede darse al trabajar en unidades productivas de hasta seis personas, o en el sector formal, pero “en negro”, explicaron técnicos del organismo, durante la presentación del libro denominado Informe Nacional sobre Desarrollo Humano Paraguay 2013; Trabajo decente y Desarrollo humano.
La informalidad está vinculada con la precariedad en el empleo y exclusión de beneficios como pensiones, acceso a seguro médico y con frecuencia, acceso a una remuneración digna, apunta la publicación.
“Aunque la informalidad está a menudo asociada exclusivamente a disposiciones legales no cumplidas, incluyendo la evasión impositiva, este informe no emplea esta acepción. Se vincula con la precariedad de las personas. En todos los casos se trata de una persona trabajadora que no tiene los beneficios y derechos mandatarios que le otorga la ley”, destaca el estudio.
POCO AVANCE. Comparando las cifras registradas en 2001 en cuanto a informalidad, la reducción no pasa de 5,8 puntos porcentuales, ya que al inicio de la década pasada, el porcentaje de empleo informal era de 87,1%, bajando levemente al 81,3% del 2011.
No obstante, el PNUD ha destacado una mayor coordinación de las instituciones que influyen en el empleo y una incipiente orientación de las políticas económicas hacia el empleo (por ejemplo, las inversiones públicas).
Apuntó igualmente que se ha observado un fortalecimiento en el Viceministerio del Trabajo, aunque insistió en la necesidad de la creación de un ministerio del trabajo, ya que actualmente en una sola cartera de Estado recae el trabajo y el control de cárceles.
Asimismo, el informe concluyó que la calidad del gasto público sigue baja, además de que no existe un ente regulador del sistema de seguridad social.
Entre las recomendaciones efectuadas por la dependencia de la ONU, menciona la ya citada modernización y creación de un ministerio de trabajo, empleo y seguridad social moderno; densificar la red de oficinas de empleo; unificar instituciones de capacitación; fortalecer sistemas de inspección y fiscalización (informatización, coordinación, profesionalización).