En los últimos dos años, 295 niños, niñas y adolescentes fueron desinstitucionalizados, es decir, sacados de los hogares de abrigo u otros sitios similares. De esos, 118 fueron reintegrados con su familiar nuclear; 105 fueron en guarda con integrantes de su familia ampliada; 61 niños, niñas y adolescentes fueron en guarda con una persona del entorno afectivo; 6 fueron recibidos en familias acogedoras acreditadas por el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia, y 5 fueron egresados del hogar de abrigo por mayoría de edad.
Estos datos fueron dados a conocer por el Ministerio de la Defensa Pública en la presentación de los resultados obtenidos a dos años de la campaña No Más Niños Archivados.
El objetivo de la campaña consistió en realizar un trabajo en conjunto de todas las organizaciones involucradas en las cuestiones que refieran a la Niñez y la Adolescencia, y proteger los derechos del niño, la niña y adolescentes que se encuentran en estado de desprotección.
Desde el lanzamiento de la campaña, que se realizó en el año 2019, la Defensa Pública indicó que buscó poner en el centro del foco a la persona y buscar visibilizar la realidad.
Uno de los principales objetivos fue la desinstitucionalización, que consiste en el proceso de reintegro familiar de niños, niñas y adolescentes que viven en aldeas infantiles u otros lugares destinados para ello.
MÁS TIEMPO. Durante estos años que duró la campaña, las autoridades pudieron determinar que estos niños afectados pasaban más tiempo de lo debido en estos lugares, que deberían ser transitorios. “Encontramos que la transitoriedad de la medida cautelar no era tal. En realidad, era de 4 años y 2 meses el tiempo promedio de permanencia de un niño, niña o adolescente en una entidad de abrigo, en el marco de una medida de protección judicial”, reveló Lorena Segovia, titular del Ministerio de la Defensa Pública.
En cuanto al derecho a la participación en las decisiones que les afectan, la Defensa Pública constató que varios niños, niñas y adolescentes no fueron oídos en el proceso. También se verificó que los trabajos de búsqueda de orígenes y de mantenimiento del vínculo muchas veces eran iniciados en forma tardía, lo cual perjudica las posibilidades de reintegración familiar.
Uno de los casos mencionados, durante estos años en que vienen realizando monitoreos, fue el de un adolescente de 15 años, cuya familia no estaba dispuesta a brindarle cuidado, por el fallecimiento de su madre.
Se dictó una sentencia definitiva para que viva en un hogar de abrigo, sin tener en cuenta su derecho de vivir en una familia, ya sea de origen o de adopción.
118 niños que vivían en hogares de abrigo fueron reintegrados al núcleo familiar durante estos dos años.