El cooperativista explicó que con los caminos y accesos inundados, los equipos del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) que se encargan de fumigar las zonas afectadas por langostas no podrán llegar a destino y eso puede suponer una proliferación de los insectos.
No obstante, la buena noticia es que las lluvias permitirán que crezcan nuevamente los pastos que fueron destruidos por las langostas, reconoció Reimer.
Hasta el momento, las langostas no han llegado al Chaco Central, donde hay cultivos. Se ha logrado controlar el paso de los insectos gracias a las fumigaciones.
Los focos están en Tte. Pico, y Nueva Asunción (Boquerón) y en Madrejón, Tte. Martínez, Toro Pampa y Fortín Torres (Alto Paraguay).