Este nuevo ataque en el noreste del país se produce casi dos meses después de que los radicales perpetraran una matanza en la Universidad de Garissa, donde murieron 148 personas, debido en parte a la lentitud de la respuesta del Ejército y la Policía kenianas.
En esta ocasión, las Fuerzas de seguridad repelieron el asalto de los yihadistas, la pasada noche, al municipio de Yumbis, en el distrito de Ijara.
“Las Fuerzas de Seguridad se movilizaron rápidamente e intercambiaron disparos con los terroristas. No se han conocido víctimas”, aseguró el portavoz del Ministerio del Interior, Mwenda Njoka, en un comunicado.
Los radicales estaban acosando a los vecinos de Yumbis cuando fueron expulsados por los agentes kenianos, aseguró hoy el inspector general de la Policía, Joseph Boinnet.
“Las Fuerzas de Seguridad apresaron la pasada noche un grupo de Al Shabab que estaba acosando a los vecinos a cambio de agua y comida en Yumbis. La incursión fue frustrada”, manifestó Boinnet en su cuenta de Twitter.
Vecinos de esta localidad alertaron a la Policía de la presencia de “ugus”, término utilizado por el Gobierno somalí para referirse a Al Shabab.
“El Gobierno felicita a los ciudadanos por haber avisado de la presencia de estos ‘ugus’ e insta a los kenianos a seguir colaborando con los agentes de seguridad, para asegurar que los miembros de este grupo, que podrían haberse refugiado entre gente inocente, son expulsados”, añadió el portavoz del Ministerio del Interior.
Al Shabab realizó esta incursión en suelo keniano solo dos días después de que yihadistas cruzaran desde Somalia para dar un sermón en una mezquita de la ciudad de Ijara, alertando a los líderes del templo de delatar a los simpatizantes del grupo terrorista, informa el diario The Star.
