Salarios de ensueño y beneficios que causan envidia son las razones por las que todo funcionario público paraguayo aspira a conseguir un cargo en una hidroeléctrica binacional.
Pero, como demuestra la realidad, esos cargos son solamente para unos pocos privilegiados. Y es que prácticamente todos los nombramientos políticos realizados en los últimos tiempos en Yacyretá fueron a pedido del presidente Horacio Cartes. El refugio Yacyretá acogió en los últimos tiempos a políticos y funcionarios que se quedaron sin cargos en otras instituciones, entre ellos ex ministros, del Ejecutivo y del Judicial, e hijos de políticos.
Por méritos propios, encabeza esta nómina la ex ministra de Justicia, Sheila Abed, quien tuvo que renunciar. . A la ex titular de Justicia le fue más que bien al abandonar el cargo de ministra y convertirse en consejera de Yacyretá, con un ingreso de G. 77.589.046.
La hidroeléctrica binacional también se convirtió en un cálido refugio para el ex ministro de la Corte Suprema de Justicia Víctor Núñez. Este también se había visto obligado a renunciar al cargo, luego del inicio del juicio político en su contra, cuando fue acusado de supuestamente liberar, en el 2012, al ex intendente de Ypejhú Neneco Acosta (ANR), quien está preso y procesado por el crimen del periodista Pablo Medina.
Hijos de dirigentes colorados también hallaron resguardo y un buen salario en Yacyretá: uno de ellos, Edgarcito Quintana, hijo del ex intendente de Fernando de la Mora Édgar Quintana, quien fue puesto en la EBY con un salario de G. 31.316.592. Lo mismo pasó con Raulito Sánchez, cuyo gran mérito es ser hijo de los dirigentes de capital Fabiana y Raúl Sánchez, lo que le hizo ganar un puesto con una retribución de G. 16.704.139.
Sin embargo, las palmas se las lleva el diputado suplente de la ANR Juan José JJ Vázquez, para quien se tuvo que crear un cargo que no existía: el funcionario de la binacional ocupa el cargo de director de Asuntos Parlamentarios, con un salario que no sobrepasa los G. 26 millones. JJ es diputado suplente de su propia esposa, la diputada Perla de Vázquez, y junto con ella maneja zonas políticas importantes de San Pedro.
Los datos ratifican que estos cargos son solamente para algunos predilectos, y este es precisamente el problema: estos privilegios no devienen de que estas personas posean cualidades profesionales singulares, estudios o experiencia, sino solamente por poseer una vinculación con el gobierno colorado, y amistad con el presidente Cartes.
Es decepcionante ver cómo, a las promesas de poner punto final a los cupos políticos y manejo del Estado como una propiedad privada, que hiciera Horacio Cartes, se las ha llevado el viento.