La inundación que afecta a la capital del país desplazó ya a 16.713 familias y a aproximadamente 50.139 niños y niñas en promedio. Hasta el momento, se reporta que seis chicos fallecieron en los campamentos instalados en la capital, la mayoría de ellos precarios.
Enrique Escobar, coordinador del proyecto Añua, espacios de la alegría, de Plan Paraguay alerta que la emergencia por la inundación tiene rostro de niñez y el drama infantil se invisibiliza porque los menores no participan en la organización, planificación o respuesta ante la catástrofe.
“Esta situación ya ocasionó la muerte de seis niños y niñas en diversas circunstancias por efecto de la inundación. Una niña de dos años y medio se quemó en el centro habitacional donde vivía con su abuela, una niña se asfixió, otra se ahogó, otro niño sufrió un accidente de tránsito y falleció. También se registran muertes en una comunidad indígena sin diagnóstico médico”, comentó Escobar.
Pero la vulnerabilidad que sufren los niños no se reduce a la muerte, sino que se expande desde la dificultad que tienen los niños de acceder a la nutrición, la seguridad alimentaria, el abandono escolar, la exposición al peligro, la vulnerabilidad en el ámbito de la salud y la violencia que se agrava en tiempos de emergencia.
Entre las formas de violencia menos visibilizada se encuentra la violencia sexual. “Más niños y niñas están en esta situación de mayor fragilidad. En esta circunstancia de emergencia, la protección se vuelve prioritaria”, relata el coordinador de Añua.
La enfermera Griselda Ortellado de Conin comentó que se registran escoriaciones y resfríos en los niños que residen en los albergues tras la inundación.
Protección. Añua es un proyecto que promueve 18 de espacios amigables para los niños afectados por las inundaciones en Asunción bajo los auspicios de Plan Paraguay. En estos espacios se desarrollan actividades artísticas durante todo el día y educación en emergencia para asegurar la protección de los niños.
Hasta el momento, se instalaron tres carpas. En el transcurso de las días Plan Paraguay estima la puesta a punto de los demás espacios en las áreas de refugio.
Las carpas móviles con profesionales de diferentes ramas entre psicólogos, psicopedagogos, educadores, artistas y voluntarios se instalan en los albergues en coordinación con las instituciones del Estado.
La propuesta Añua tiene como fin que los niños y las niñas se sientan protegidos en el lugar. Escobar comenta que en los refugios se trabaja con los niños y con sus padres para que identifiquen los riesgos y los factores de peligro físico, así como situaciones que puedan vulnerar sus derechos en los albergues, para prevenirlos.
Así, en las carpas, que ya han sido instaladas, los chicos reciben charlas para prevenir el acoso y la violencia, también aprenden a pedir ayuda a tiempo.
En el marco de la emergencia, Añua activa un circuito de intervención también a través de fonoayuda 147 cuando se detecta violencia o maltrato infantil. Los espacios ya habilitados funcionan de 6.00 hasta las 12.00 y de 12.00 hasta las 18.00.
También la Unicef promueve el uso de espacios amigables, en total se prevén instalar 20 espacios Añua para el trabajo coordinado con la Secretaría de la Niñez y Emergencia Nacional.