El Paraguay es un país desigual por donde se lo mire.
Esta semana, la Secretaría Técnica de Planificación dio a conocer los datos de pobreza por departamento producidos por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos. El 40% de las personas en situación de pobreza se encuentran concentradas en San Pedro, Caaguazú, Itapúa y Alto Paraná. El Departamento Central debe llamar la atención ya que tiene proporcionalmente menos pobreza con respecto a su población, pero en valores absolutos allí viven casi 400.000 personas pobres.
Esta situación no es desconocida, siempre hemos sabido que las mayores privaciones se concentran poblacionalmente en los citados departamentos. Dicha información fue históricamente proveída por los censos y ayudó a dirigir los programas contra la pobreza en gobiernos anteriores.
Con la Encuesta de Hogares tendremos, a partir de ahora, también los datos de pobreza de ingreso, indicador con el que no se contaba para cada departamento y que confirma la necesidad de centrar la atención gubernamental en estos departamentos.
Es inadmisible que departamentos con tierras productivas, sin grandes problemas geográficos, con disponibilidad de agua e instituciones públicas instaladas allí con sus programas desde hace años continúen saliendo en las estadísticas tan negativas de pobreza.
El Gobierno cuenta ahora con un poderoso instrumento para evaluarse a sí mismo, ya que esta información se producirá anualmente y permitirá monitorear los resultados de los programas y proyectos que implemente en cada región.
Los gobernadores e intendentes también estarán en la mira.
Ya no hay excusa para no mostrar resultados anualmente. Cada vez tienen más recursos disponibles e instrumentos para recaudar y lograr transformar sus territorios. Es inconcebible que departamentos como Alto Paraná e Itapúa, donde se genera una parte importante de la riqueza de este país, tengan alta concentración de pobreza ¿Cuál sería el sentido de la existencia de gobiernos departamentales si no contribuyen al bienestar de sus pobladores?
Si bien estos datos solo confirman lo que ya se sabía, permitirán dar un seguimiento más sistemático y en el corto plazo a los efectos de las políticas públicas, tanto a nivel central como local. La ciudadanía tendrá más elementos para juzgar las acciones de sus autoridades y ejercer su acción contralora y su voto con mayor información y responsabilidad.
El Gobierno debe empezar a mostrar resultados.
A casi tres años de gestión no hay excusas para que la pobreza se mantenga, teniendo en cuenta que la información disponible no muestra cambios relevantes en el perfil y la concentración de la pobreza.