Según el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernagemin), el volcán, ubicado a unos 1.000 kilómetros al sur de Santiago, sigue en una “fase de excitación sostenida” lo que no hace descartar nuevas actividades eruptivas.
No obstante, debido a mejores condiciones metereológicas que las originalmente esperadas, hoy se pudo reanudar la evacuación de animales que todavía se encuentran en las zonas aledañas.
Hasta ahora son más de 2.800 los animales que han sido evacuados por parte del Ministerio de Agricultura y se espera continuar con esas labores en la medida de que las condiciones climáticas lo permitan.
Adicionalmente, hoy se permitió el ingreso controlado de personas a la zona de exclusión, donde se mantiene la alerta roja.
Según autoridades regionales, se espera que hasta el lunes o martes de la próxima semana las condiciones climáticas se mantengan estables, con algunas precipitaciones y chubascos.
Ello permitiría retomar los trabajos de más de 2.000 efectivos militares en el despeje del material volcánico de los cauces de los ríos y también en la habilitación de caminos.
El Calbuco, de 2.015 metros de altitud, entró en erupción el jueves por tercera ves en una semana y lanzó una columna de humo y de cenizas de tres kilómetros de altura, que se desplazó hacia el sureste, afectando a poblados no alcanzados por los anteriores pulsos eruptivos.
Más de 6.500 personas fueron evacuadas preventivamente.
De todas formas, la última erupción tuvo una magnitud inferior a las anteriores, cuando la columna de humo y material volcánico alcanzó una altitud de 17 kilómetros.
Ubicado en la sureña región de Los Lagos, el Calbuco es considerado el tercero más peligroso en una lista de volcanes chilenos activos, por su proximidad a lugares poblados.
Ha protagonizado varias erupciones de gran magnitud en los últimos siglos, aunque se mantuvo tranquilo durante 43 años.
