Verónica Bécker había ido junto con su esposo Cristhian Gaus y sus dos hijos, Alexander, de 5 años, y Annette Nicole, de apenas 4 meses de edad, junto a otros parientes, a almorzar en el patio de comidas del supermercado Ycuá Bolaños.
“Al abrir la puerta para entrar al comedor, vi que saltaban chispas de fuego y que se desmoronaba el mundo. Miré a mi esposo, asustada, y con un gesto decidimos correr a la salida. Tomé a mi hijo Alexander de la remera y mi esposo tenía a mi hija pequeña en brazos”, rememora.
Ella no sabe cómo logró salir en medio del caos. Solo recuerda que en algún momento sintió que estaba afuera, llena de golpes y moretones, tosiendo por el humo que había tragado, abrazada a su hijo mayor. Dejó a Alexander en la farmacia vecina, y regresó a buscar a su esposo y su hija.
CERRADAS. “Cuando regresé, vi que todas las puertas estaban cerradas y había mucha gente atrapada adentro. Empezamos a gritar, a tirar piedras para tratar de romper los vidrios”, narra.
Su esposo y su nena no pudieron sobrevivir. A Michael lo encontraron después, entre los muchos cuerpos fallecidos, junto a las escaleras.
El cuerpo de la pequeña Annette Nicole fue hallada por una mujer y entregado al oficial de policía Juan Duarte, que estaba ayudando a sacar a las personas.
“Ignoro si mi hija estaba aún viva en ese momento. Solo sé que este policía, a quien agradezco mucho, intentó reanimarla, haciéndole la respiración boca a boca, pero no pudo lograrlo. Annette Nicole es la niña que aparece en la famosa foto que tomó el reportero Sebastián Cácerez, y que hasta ahora muchos confunden equivocadamente con otro bebé que sí pudo salvarse, Enzo Bobadilla”, explica Verónica.
MEMORIA. En medio del dolor que significó para ella haber perdido a la mitad de su familia en aquella tragedia, ella no había visto la portada del diario Noticias del día siguiente al incendio, en donde apareció publicada la célebre foto de Sebastián Cáceres, con la imagen del policía Juan Duarte aplicando respiración boca a boca a un bebé.
En los días sucesivos, algunos periodistas establecieron erróneamente que aquel bebé era el niño Enzo Bobadilla, rescatado del interior del local incendiado, quien se recuperaba de sus heridas y quemaduras.
“Cuando pude ver la imagen y reconocer a mi hija, la foto ya había recorrido el mundo, con la equivocada información de que se trataba de otro niño, salvado milagrosamente. Pero yo tengo guardada la ropita que ella llevaba ese día, la misma que aparece en la foto. No tengo dudas, es Annette y no Enzo”, dice Verónica.
Ella admite que le duele mucho que algunos medios de comunicación sigan informando erróneamente sobre la identidad del bebé de la foto. “Me propuse reivindicar la memoria de mi hija. Será la manera en que ella y yo estaremos en paz, a diez años de lo sucedido”, afirma.