28 mar. 2024

“Veremos si prima la lealtad, la racionalidad o la obsecuencia”

El legislador oficialista asegura que no rehuirá de ninguna candidatura, pero que particularmente prefiere seguir en la Cámara de Diputados. Sostiene que el presidenciable colorado debe ser un político profesional y no un outsider.

Político de raza.  Velázquez considera que para obtener el   apoyo de las bases, el presidenciable debe tener larga militancia.

Político de raza. Velázquez considera que para obtener el apoyo de las bases, el presidenciable debe tener larga militancia.

Leticia Acosta

leticia-acosta@uhora.com.py

Aunque en la Cámara de Diputados se tenían los números para aprobar el proyecto de enmienda constitucional, debido al proceso irregular que realizaron 25 senadores y la reacción ciudadana que se generó, el titular de la Cámara Baja, Hugo Velázquez, fue quien puso el paño frío a la situación al decidir retener el documento y que no se tratara a tambor batiente tal como lo hicieron en el Senado. Esta situación le valieron los cuestionamientos de su sector, pero Velázquez asegura que su conciencia está tranquila porque se evitó una peor crisis política. En esta charla, el legislador habló del futuro presidenciable por el movimiento Honor Colorado y señaló que en la designación se verá si priman la racionalidad y la lealtad sobre la obsecuencia.

–Desde un principio se habló de que en Diputados no había inconvenientes para aprobar la enmienda, pero finalmente eso no se dio. ¿Por qué?

–En circunstancias normales, si el proyecto venía sin ningún tipo de problemas del Senado, nosotros teníamos votos suficientes para aprobarlo. Lastimosamente la manera en que se dio en el Senado el tratamiento y la aprobación enervó a la ciudadanía, se generaron hechos de violencia y cuando se remitió el tema a Diputados ya llegó con una alta crispación política, e inclusive se generó una muerte; entonces las circunstancias cambiaron totalmente y ya no era el escenario que se tenía cuando se empezó a gestar el plan.

–¿Se equivocaron los 25 senadores?

–Teniendo los 25 votos pudieron haber hecho mucho mejor las cosas. Pudieron imponer esa mayoría dentro del pleno de la Cámara de Senadores. No sé cómo teniendo 25 votos no lograron imponer esos números dentro del pleno para concretar lo que finalmente aprobaron.

–¿Podían cambiarle incluso a Roberto Acevedo?

–Claro que podían sacarle de la presidencia a Roberto Acevedo. Estoy seguro de que si surgía una crisis en la Cámara de Diputados, y si la otra parte tenía los 41 votos (mayoría), me iban a cambiar.

–¿Cree que los 25 senadores subestimaron a la ciudadanía?

–No sé si subestimaron, pero estoy seguro de que no esperaron la reacción de la gente y de la manera violenta que se dio. Pero también hay que asumir que mucha gente llamó a la violencia. Si bien todos tienen derecho a manifestarse, hubo dirigentes políticos que llamaron a la violencia.

–Usted recibió presión de muchos sectores, ¿pero qué primó a la hora de tomar la decisión de frenar el tratamiento del proyecto?

–Recibí presiones, pero en los momentos de crisis deben primar la racionalidad, la tranquilidad y hay que hacer lo que nos parece que tenemos que hacer en ese momento de crisis.

–Si el presidente Cartes no renunciaba a sus pretensiones, ¿igual se iba a archivar la enmienda?

–No, había ambiente y votos. La única vez que nos medimos con números con relación a este proyecto fue cuando los diputados antienmienda plantearon ante el pleno facultarme la potestad de rechazar el proyecto y los proenmienda plantearon que vaya a comisión y nuestros números fueron 44.

–Con la postura que tomó como presidente de Diputados quedó bien posicionado ante la mayoría de la ciudadanía, pero no así ante sus correligionarios que querían la enmienda.

–Espero que no haya quedado mal ante nadie y que haya primado la racionalidad, dar la posibilidad de que la ciudadanía se tranquilice, de que ese proyecto se trate más tranquilamente. No creo que eso haya generado críticas ni cuestionamientos dentro de mi partido. Lógicamente vamos a ver cómo se mide; si la racionalidad, la lealtad están por encima o por debajo de la obsecuencia.

–Ahora que terminó la enmienda, ya se mencionan los posibles presidenciables y su nombre está en la lista.

–Hasta ahora se escuchan solo opiniones de dirigentes políticos que ven con buenos ojos mi nombre, pero si me preguntás si a mí me interesa (la candidatura presidencial) prefiero mantenerme en la Cámara de Diputados, pero tampoco voy a rehuir de la responsabilidad.

–¿Eso sería en el caso de que Cartes le pida?

–Si el presidente pide y la dirigencia está de acuerdo, particularmente, creo que hay mediciones que se tienen que hacer sobre el nombre de las personas y ver cómo uno está posicionado dentro del Partido Colorado primeramente y luego ante la ciudadanía no colorada, porque finalmente hay dos elecciones importantes; primero hay que ganar las internas del partido y luego ganar las generales.

–En principio Cartes prácticamente ya lo descartó.

–Sí. La verdad conozco lo que sucedió por comentarios de periodistas que estaban con él, pero va a ser una decisión que él tenga que tomar.

–¿El candidato colorado debe ser un outsider nuevamente o un político con larga militancia?

–Yo tengo bien clara la película, tiene que ser un político profesional, un político de raza, cien por ciento.

–Se le menciona a Santiago Peña, por ejemplo.

–Le tengo mucho aprecio al ministro de Hacienda, es una gran persona, un gran técnico, pero creo que él no va a caer bien a la dirigencia de base. Ese va a ser un problema que podemos tener si Peña es el candidato y es más preferible guardarle por un periodo más, se involucre más con las bases del partido y creo que dentro de un tiempo sí puede ser un referente importante dentro del Partido Colorado, pero para este periodo no le veo como el candidato que va a tener la identificación con las bases.

–¿Cuándo se debe definir al candidato?

–Máximo de 40 días.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.