AFP
CARACAS - VENEZUELA
La oposición venezolana insistirá esta semana en una salida anticipada del presidente Nicolás Maduro, tras la suspensión del referendo revocatorio, pero el Gobierno amenaza con responder enérgicamente para conservar el poder, vislumbrándose una radicalización mayor del conflicto.
Luego de que la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, declaró el domingo que la paralización del referendo consumó un “golpe de Estado”, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) alista una serie de acciones para lo que llama la “restitución del orden constitucional”.
toma de venezuela. “Solo las dictaduras despojan a sus ciudadanos de derecho. Viene lucha y más lucha, con serenidad y firmeza. Hoy iniciamos una semana completamente compleja”, dijo ayer el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, quien recordó la convocatoria a una protesta nacional mañana llamada la “Toma de Venezuela”. El parlamento, bajo control opositor por primera vez en 17 años de hegemonía chavista, se reunirá este martes para debatir la situación constitucional del presidente, a quien responsabilizan de la ruptura de la democracia. “La declaratoria de golpe de Estado legitima las próximas decisiones de la Asamblea, pero los próximos pasos dependerán de lo que decida el martes”, dijo el constitucionalista José Ignacio Hernández, para quien el país está ante una compleja situación que podría evolucionar rápidamente. El jefe de la bancada opositora, Julio Borges, planteó incluso la posibilidad de iniciar un juicio político contra Maduro, a quien la oposición acusa de tener doble nacionalidad, venezolana y colombiana, que lo inhabilitaría para el cargo.
manifestaciones. Cientos de jóvenes se manifestaban ayer en la ciudad de San Cristóbal, quemando basura y bloqueando vías, en la más reciente protesta contra la suspensión del referendo para remover al presidente Maduro. Los manifestantes, que se identificaron como estudiantes, quemaban cauchos y escombros en las afueras de varias universidades de la capital del estado Táchira, epicentro de las violentas protestas antigubernamentales que remecieron al país en el 2014 y dejaron unos 44 muertos. Además se reportaron protestas en la capital Caracas y en Valencia. La semana pasada, el árbitro electoral venezolano suspendió hasta nuevo aviso la recolección de un 20 por ciento de las firmas del electorado cuyo inicio estaba previsto para el miércoles, tensando aún más el panorama político del país que además lidia con una profunda crisis económica.