La crisis económica, que llevó al Gobierno a decretar una emergencia nacional, la fuerte sequía, la escasez de medicamentos y de equipos médicos y el creciente brote del virus Zika, son los principales problemas que aquejan al país caribeño.
Para olvidarlos, con los carnavales los venezolanos tendrán casi cuatro días de asueto puesto que al fin de semana se le suman el lunes 8 y el martes 9 de febrero, festivos oficiales en el país.
Mientras en Caracas la gente intentará olvidar la altísima inflación en fiestas de disfraces, conciertos o teatros en otras localidades, como la tradicional fiesta carnestolenda del Callao, en el sur del país, se lleva a cabo una tradición con más de 100 años de historia.
El vicepresidente del país, Aristóbulo Istúriz, anunció que más de 140.000 policías custodiarán las principales carreteras y avenidas del país, plazas y principales centros de atracción turística.
Istúriz dijo que los efectivos de seguridad utilizarán drones –aeronaves no tripuladas– para la supervisión y control ciudadana, además de 442 ambulancias y más de 12.000 motos.
Y todo ello para salvaguardar la seguridad de miles de venezolanos que, pese a la crisis, se olvidarán por unos días de los diversos problemas que afligen seriamente al país y saturarán los terminales de transporte terrestre y aéreo para visitar, principalmente, sus paradisiacas playas.
Los venezolanos quieren olvidar las colas que deben hacer para adquirir los también escasos alimentos de la cesta básica, el alto costo de la vida en una nación con una inflación que se sitúa entre las más altas del mundo y a los altos índices de violencia que les atemoriza.
Además la entrada del fenómeno meteorológico El Niño, que en el Caribe venezolano se traduce en escasas lluvias y altas temperaturas, ha traído consigo la disminución de la generación de energía hidroeléctrica y el suministro de agua potable para los 30 millones de habitantes.
Desde el pasado 4 de enero se implementó un plan de “suministro equitativo” que implica, el racionamiento del servicio entre seis y cinco días a la semana. efe