Los varones que terminaron la escuela secundaria, pero no tienen formación postsecundaria pasaron de un ingreso promedio de G. 1,5 millones en 2003 a G. 2,5 millones en el 2013. Sin embargo, las mujeres que completaron la educación secundaria y trabajan en la administración pública vieron disminuir el promedio de sus ingresos. Ganaban G. 1,6 millones en el 2003 y en el 2013 percibían solo G. 1,2 millones (ver infografía).
CONCLUSIONES. Como evaluaciones finales del informe, el organismo señaló que Paraguay ha avanzado en la última década en la mejora del bienestar y la reducción de la desigualdad de la población. Indicó que hay razones para estar optimistas, como la mayor productividad del trabajo en la agricultura y las mejores oportunidades de empleo, lo que sugiere que la transformación duradera es posible. Sin embargo, Paraguay todavía debe superar varios obstáculos, como el entorno económico volátil (trabajos limitados, ingresos volátiles, etc.). Si bien se redujo la desigualdad de ingresos, todavía hay desigualdad en el acceso a servicios básicos de buena calidad como agua potable y educación, ya que estos están limitados a sectores más pudientes en todas las áreas geográficas.