“No vamos a permitir que se perjudique la imagen de Panamá y, en caso de que algún país nos mantenga en cualquier tipo de lista, el próximo año para estas fechas aplicaremos la Ley de Retorsión”, que le permite actuar con reciprocidad, dijo el mandatario ante el pleno de la Asamblea Nacional, sin precisar más.
La Comisión Europea incluyó a Panamá el pasado 17 de junio en una “lista negra” paneuropea de paraísos fiscales, en la que figuran en total 30 países o territorios considerados como “no cooperadoras en materia fiscal”.
El país centroamericano también está desde 2014 en la “lista gris” del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).
Varela quiso recordar su “compromiso con la transparencia y la integridad” del sistema financiero panameño y las “importantes reformas institucionales y legales” que se han puesto en marcha en el país para combatir el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.
El discurso del presidente panameño sobre su primer año de Gobierno, que duró 48 minutos, se centró fundamentalmente en los logros alcanzados desde que tomó posesión y estuvo lleno de mensajes duros contra la corrupción.
El mandatario presumió de haber cambiado Panamá y de haber dejado atrás la política “del negocio y del clientelismo”, en clara referencia a su predecesor en el cargo, Ricardo Martinelli (2009-2014), quien salió del país a finales de enero y está siendo investigado en dos casos distintos de corrupción.
“Nuestro país tiene un cuerpo sano, pero nuestra alma se empezaba a enfermar. La codicia avanzó en la vida pública haciendo que muchas personas vieran el gobierno como una oportunidad de enriquecimiento acelerado”, apuntó Varela.
En los últimos meses, decenas de exfuncionarios y empresarios afines a Martinelli han sido detenidos y acusados de corrupción, incluidos varios exministros.
Varela reconoció el “esfuerzo” del Ministerio Público, pero pidió a los medios de comunicación “respeto” para los imputados y a los funcionarios, vocación de servicio.
El mandatario se defendió de quienes le acusan de estar demasiado enfocado en la lucha contra la corrupción y de haber olvidado la economía, y dijo que él no tiene en sus manos “la espada de la justicia”, pero que seguirá revisando la gestión de su predecesor.
“Ante la cantidad de irregularidades encontradas, he dado un plazo adicional de 6 meses a nuestro equipo de Gobierno para que se concluya la revisión de la pasada administración y todas las faltas que hayan sido cometidas sean presentadas ante las autoridades competentes”, indicó Varela.
Con respecto a la economía, el mandatario destacó la caída del déficit fiscal, la liquidez del sector público y anunció millonarias inversiones públicas, como la Línea 3 del Metro de Panamá o el cuarto puente sobre el Canal de Panamá.
“El Gobierno ha licitado casi 4.000 millones (de dólares) en obras que pronto estarán en ejecución y ayudaron a fortalecer el crecimiento económico y mejorar la calidad de vida de los panameños”, sostuvo el presidente.
En materia de seguridad, el gobernante destacó que los homicidios “han bajado en un 25 %" este año y que “más de 4.000 jóvenes en situación de conflicto” han logrado reconducir su vida gracias a uno de los programa estrella del Gobierno, conocido como “Barrios Seguros”.
A pesar de que el presidente prometió reformar la Constitución durante la campaña electoral de 2014, Varela dijo que “no es el momento” para hacer cambios y que se harán “cuando exista un mayor nivel de coordinación entre las fuerzas políticas y la sociedad civil y se vean los avances de los diálogos que hemos convocado”.
Varela no pudo evitar mencionar el triunfo diplomático que supuso para Panamá la VII Cumbre de las Américas, celebrada el pasado abril, en la que se reunieron por primera vez en más de 50 años los presidentes de Estados Unidos y Cuba.
“Logramos un relanzamiento de las relaciones hemisféricas (...) y ratificamos nuestro compromiso con una política exterior de diálogo, facilitadora de entendimientos y a favor de la paz social”, declaró el mandatario.
