18 abr. 2024

Valió la pena

Por Arnaldo Alegre

Arnaldo Alegre

Pese a que jamás se extinguirá el dolor de los familiares que perdieron a sus seres queridos por las arteras balas de los asesinos y que este sacrificio les puede parecer demasiado precio a la luz de la calidad de nuestra democracia... valió la pena.

Pese a que algunos de los grandes beneficiados con la gesta fueron personajes de la talla moral de Juan Carlos Galaverna... valió la pena.

Pese a que Luis González Macchi hubiera sido mejor presidente de la Cruzada Mundial de la Amistad (no olvidar los asadachos con fútbol en Mburuvicha Róga con posterior piscinazo en estado calamitoso) antes que de la República... valió la pena.

Pese a que el periodismo fue una de las víctimas de la contienda; unos por rabiosos y alocadamente oviedistas (recordar las notas con ignotos expertos para sostener teorías delirantes sobre la muerte de Argaña) y otros por antioviedistas, forzados por el peso de los acontecimientos. Los primeros, en una importante mayoría, buscaban agradar al patrón que pretendía entronar al amigo descocado y los segundos pecaron de falta de mayor cabeza fría para no dejarse contaminar por las corrientes antagónicas. Pese a ello... valió la pena.

Pese a que ciertos liderazgos surgidos en el fragor del levantamiento de las plazas del Congreso no lograron germinar en proyectos más ambiciosos y se perdieron posteriormente... valió la pena.

Pese a que otros de los protagonistas fueron premiados con cargos públicos y otras canonjías sustentadas por el erario, tiñendo de mera ambición personal la gesta cívica... valió la pena.

Pese a que en el origen y la resolución de la crisis hubo intereses creados.... valió la pena.

El Marzo Paraguayo valió la pena. Y no fue una estafa a la ciudadanía como pintan las campañas periodísticas difamantes. En las plazas del Congreso estuvieron representados diversos sectores, varios con intereses espúreos. Pero el grueso de los manifestantes eran ciudadanos que veían a Lino Oviedo como una amenaza a la democracia.

Y lo era. Si Oviedo accedía al poder iba a significar un enorme retroceso, pues representaba a un populismo demagógico de clara raíz autoritaria.

El terrible accidente que le costó la vida es un ejemplo de su mentalidad y de la suerte que iba a correr el Paraguay. Ordenó al piloto del helicóptero seguir viaje, aunque había condiciones de vuelo peligrosas. El resultado: la tragedia.

Porque Lino Oviedo siempre debía salirse con la suya: llore quien llore, chille quien chille, muera quien muera.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.