Uruguay, una nación dedicada a la actividad agrícola ganadera y el turismo, ya expe- rimenta una desaceleración en la mayoría de sus sectores, a lo que se sumarían menores exportaciones y un tipo de cambio al alza que compromete la competitividad comercial. “Nosotros estamos esperando un crecimiento de la producción anual de entre 2,5 y 2,8% para los 3 primeros años del periodo y un crecimiento algo mayor, de 3% anual, para los últimos 2 años del periodo, 2018 y 2019”, dijo el ministro de Economía, Danilo Astori. El producto interno bruto (PIB) de Uruguay se incrementó 3,5% en 2014 desde 5,1% en 2013, principalmente sostenido por la demanda interna y la producción de sus dos plantas de celulosa. Las nuevas previsiones de las autoridades están en línea con las expectativas del mercado, que según un sondeo de mayo del Banco Central entre analistas, espera en promedio una expansión de 2,8% para 2015 y de 2,7% para 2016. Astori anunció también que se espera una disminución del déficit fiscal de un punto porcentual para 2019, a 2,5% del PIB. Para disminuir el abultado gasto público el Gobierno apelará a menores erogaciones. REUTERS