Para Uruguay y Argentina el torneo tendrá un papel relevante como antesala de la Copa del Mundo FIBA 2023.
El directivo aseguró que hay “muchas expectativas” sobre el torneo, en el que participarán aproximadamente 32 países del continente, particularmente de cara hacia la clasificación de los equipos sudamericanos a la Copa del Mundo.
“Para Uruguay y Argentina como precandidatos a la Copa del Mundo 2023 es tremendamente importante el hecho de realizar esta Copa América”, destacó García.
El mejor equipo de cada cuadrangular avanzará a la fase final, junto con Argentina, que automáticamente está clasificada por su condición de organizador principal de la competencia.
Medellín será sede del grupo A, que jugará entre el 25 y 27 de agosto próximos, mientras que Bahía Blanca acogerá el grupo B entre el 27 y 29 de ese mismo mes y Montevideo hará lo propio con el grupo C entre el 28 y 30 de agosto.
La etapa semifinal y final se llevarán a cabo en Córdoba, Argentina, entre el 2 y 3 de septiembre.
El dirigente de FIBA agregó que pese a las dificultades que la federación tuvo que enfrentar para la organización de este torneo, la elección de las sedes, Argentina, Colombia y Uruguay, es parte de un “cambio de mirada” de FIBA hacia la realización de eventos fuera del continente europeo.
“La FIBA no quiere poner sus ojos solamente en Europa, quiere tener eventos en países que puedan organizar campeonatos de esta naturaleza a nivel de los cinco continentes”, añadió.
García indicó a su vez que uno de los principales beneficios de la organización conjunta es que los equipos nacionales de los países sedes jugarán cada uno en “su casa”, algo que en muchos países del mundo no sucede con frecuencia.
