Eusebio Cardozo, representante de la ARP ante la Comisión del Pilcomayo, explicó que esta obra es de vital importancia porque con ella se podrá asegurar la entrada de agua a territorio paraguayo, a lo largo del año.
Dijo que una sola embocadura no es suficiente debido a la constante acumulación de sedimentos, como ha ocurrido en todos estos años.
Actualmente, existe un escurrimiento de gran cantidad de agua en el cauce del río Pilcomayo, como consecuencia de las lluvias intensas registradas en Bolivia y las precipitaciones estivales en nuestro país, comentó.
Esto “no debería significar un relajo en los trabajos realizados en esa zona del Chaco paraguayo, sino que debe servir para potenciar las obras realizando actividades de refuerzo impostergables”, dijo.
La situación actual demuestra la necesidad de una segunda embocadura, reiteró.
Comentó que se debe realizar un plan de contención de sedimentos, que debe ser un trabajo binacional para la construcción de un dique y se pueda dividir la cantidad de agua en forma equitativa para Argentina y Paraguay, países que comparten el Pilcomayo.
Cardozo manifestó que el comportamiento del río Pilcomayo debería ser considerado prioritario, teniendo en cuenta la enorme importancia que representa para la impresionante biodiversidad chaqueña, la vida de muchas poblaciones instaladas en la zona de influencia del río, y la sustentabilidad de los establecimientos productivos que se encuentran en la región.