La preocupación de la Cámara Paraguaya de Stevia (Capaste) fue elevada en reiteradas ocasiones a la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual (Dinapi), encargada de dicho procedimiento, informó el presidente del gremio, Juan Barboza.
“No nos explican el porqué. Hemos presentado todas las documentaciones que nos pidió la Dinapi”, explicó el presidente de la Cámara.
Según las informaciones que manejan, otros países de la región también están interesados en certificar la stevia, teniendo en cuenta la relevancia que está tomando como alternativa sana del azúcar para los productos industriales, especialmente los refrescos de grandes marcas multinacionales.
Recordó que en el caso de la yerba mate, Argentina certificó el origen y ubicación geográfica. Temen que lo mismo ocurra esta vez con la stevia, simplemente por la falta de gestión.
ÚH contactó con la Dinapi para saber en qué etapa se encuentra este proceso. En la oficina de la directora de dicha institución, Patricia Stanley, informaron que la funcionaria estaba con permiso y que regresaría recién luego de Semana Santa.
Auge. Barboza comentó que en el mundo, la stevia está tomando cada vez mayor atención, debido a sus propiedades favorables para la salud, en comparación con el azúcar.
Paraguay es un gran productor e inclusive tiene el reconocimiento de sus compradores por producir la stevia más dulce, resaltó Barboza.
“Estos primeros meses del año nos está yendo bastante bien. Aparecieron nuevos inversores de Estados Unidos, Europa y Brasil”, comentó.
Así también creció el número de productores, dijo. Solo en la ciudad de Hernandarias, unas 110 personas se sumaron a la producción de stevia a partir de este año, mediante un programa en conjunto con la Binacional Itaipú, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y la Capaste, comentó.
Se estima que en la última campaña se plantaron 1.500 hectáreas a nivel nacional. Los rindes obtenidos también fueron muy satisfactorios: 2.000 kilos por hectáreas, mencionó Barboza.
Es decir, se produjeron aproximadamente tres millones de kilos de stevia. De esto, un 70% se industrializó antes de ser exportado, señaló.
Aún queda pendiente darle un mayor impulso al consumo de ka’ã he’ê en el mercado local, reconoció Barboza. Otro desafío es concretar los negocios con las grandes marcas de gaseosa, que mostraron interés en la stevia paraguaya.
