“Hay profesores que hace 30 años ejercen la docencia y se les ha postergado la posibilidad de concursar para poder escalafonarse. También existen otros –asistente adjunto– a quienes nunca se les otorgó la categoría presupuestaria que les corresponde”, expuso el Ing. Pedro Ferreira, vicedecano de la Fiuna.
El escalafonamiento –dijo– tuvo históricamente un manejo político, de acuerdo al vínculo que cada cual tenga con el decano de turno. “No puede ser que tengamos 400 docentes y solamente 190 cobran como escalafonados”, cuestionó al señalar que para el efecto precisan de alrededor de G. 800 millones.
Ampliación. El presupuesto 2017 para la UNA contempla el mismo monto del año anterior. Es por eso que cada unidad académica presentó un pedido de ampliación ante el Rectorado con el objetivo de solicitar al Congreso una ampliación presupuestaria conforme a sus necesidades reales y no de acuerdo al presupuesto vigente, según indicó Ferreira.
El monto de ampliación que la Fiuna solicitó para este año es de G. 11.500 millones. Parte de eso, será destinado a los nombramientos.
Otra área clave –indicó– constituyen las vacancias para que los docentes puedan concursar. Refirió que actualmente esa casa de estudios cuenta con cerca de 200 auxiliares de cátedra que están realmente enseñando y no cobran como corresponde a su categoría.
Asciende a casi G. 6.000 millones lo que precisa la Fiuna para cubrir las vacancias requeridas por crecimiento vegetativo acumulado de varios años por la creación de la filial de Ayolas, la carrera de Mecatrónica, entre otros. “Hay edificios con aulas que estamos terminando y tenemos que equipar; entonces necesitamos muebles y computadoras”, dijo en alusión a las inversiones en infraestructura.
