El mismo indica que si bien se incrementó el número de industrias y la extensión de plantaciones, que no solo tienen la misión de mejorar la productividad del azúcar común para el consumo doméstico, sino reconvertir los viejos ingenios para la producción de otro producto con creciente demanda internacional: el azúcar orgánico. “La apertura de nuevos ingenios respondió a esta nueva demanda como también a la de biocombustibles (etanol)”, explicó el experto.
Acotó que la concentración de esta agroindustría en los dos últimos rubros mencionados es una de las razones por las cuales la producción de azúcar común es insuficiente para cubrir la demanda interna. “Las principales empresas de este rubro han decidido dedicarse al azúcar orgánico, además nuevas empresas se han instalado para la producción de etanol”, agrega.
Masi aseguró que el Paraguay se ha convertido en uno de los mayores exportadores mundiales de azúcar orgánico y sus principales mercados son los Estados Unidos y la Unión Europea.
Asimismo, la producción de etanol presenta el primer dato de exportación importante en el año 2013, que representa el 7% de la producción total.
Sin embargo, las exportaciones de azúcar orgánico alcanzaron un valor máximo de USD 91 millones en 2011 y disminuyeron a tan solo USD 68 millones en 2013. La producción de la Stevia, cultivo alternativo de mucha potencialidad en el mercado internacional que se inició hace una década, ha resultado ser un fracaso hasta el momento.
“El problema de abastecimiento de azúcar del mercado local, el estancamiento de las exportaciones de azúcar orgánico, el nulo aprovechamiento de la Stevia y la incipiente exportación de etanol hablan a las claras de la falta de política pública para renglones agroindustriales cuyos subproductos no tradicionales pueden y deben ser mejor explotados”, explica el analista.