La protesta fue convocada a raíz de la detención ayer de doce diputados del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), entre ellos los líderes de esta formación de izquierda prokurda, Selahattin Demirtas y Figen Yüksekdag.
Muchos manifestantes portaban banderas con la imagen de Abdulá Öcalan, líder del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) -considerado una organización terrorista por Turquía, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos- y que cumple cadena perpetua en una prisión turca.
Los asistentes llamaron a presentar resistencia contra Erdogan y acusaron a los políticos alemanes de apoyar en Turquía un régimen terrorista y dictatorial.
Durante la manifestación se oyeron eslóganes como “Terrorista Erdogan” y “Erdogan fascista” y pudieron verse pancartas con mensajes como “Fin a la dictadura de Erdogan”.
La policía, presente con un despliegue de varios centenares de agentes, interpuso tres denuncias: dos por mostrar símbolos prohibidos del PKK y otra por insultos.
Dersim Dagdeviren, portavoz de la asociación Nav-Dem, coorganizadora de la protesta y considerada por los servicios secretos alemanes como una asociación que agrupa a colectivos próximos al PKK, exigió sanciones políticas contra Turquía.
“Me parece muy peligroso que con Erdogan ahora una dictadura proporcione una de los ejércitos más grandes a la OTAN”, dijo.
Bernd Riexinger, copresidente de La Izquierda, reclamó en su discurso poner fin a las negociaciones de adhesión de Turquía a la Unión Europea, al tiempo que exigió la inmediata liberación de los políticos prokurdos detenidos.
“Erdogan se dirige hacia una dictadura”, advirtió y señaló que el Gobierno alemán es corresponsable de ello por negarse a ejercer más presión sobre el presidente turco.
También en otras ciudades alemanas se llevaron a cabo manifestaciones para protestar por las políticas de Erdogan.
En Stuttgart (suroeste de Alemania) se congregaron alrededor de 2.000 manifestantes, en Karlsruhe (suroeste) unos 250 y en Hamburgo (norte) varios centenares.
El HDP, tercer partido del hemiciclo turco con 59 escaños, se caracteriza por su defensa de los derechos de la minoría kurda a la que pertenece gran parte de su electorado.
El partido cree que las detenciones constituyen una “purga” instigada por Erdogan con la finalidad de clausurar la formación.