La carrera, que forma parte de una serie de cinco competiciones en los diferentes distritos de la ciudad, convocó desde las 7.30 a.m. en las frías calles de Manhattan a aficionados de este deporte provenientes de todo el mundo, entre ellos, 32 atletas olímpicos y paralímpicos.
El medallista olímpico etíope Feyisa Lilesa y la atleta paralímpica estadounidense Susannah Scaroni se estrenaron como ganadores, con marcas de 1:00:04 y 55:06, respectivamente, según informó la organización del evento, New York Road Runners.
En cambio, tanto para la estadounidense Molly Huddle (1:08:19) como para el corredor de silla de ruedas surafricano Ernst Van Dyk (47:28) este fue el tercer título consecutivo que logran en el certamen.
Al paso del pelotón, la plaza de Times Square, siempre concurrida e iluminada por pantallas en el imaginario colectivo, lucía despejada de los habituales transeúntes y de la nieve acumulada en los últimos días para facilitar la entrada a gran velocidad de los participantes.
Además, en este icónico lugar se celebró una carrera paralela al medio maratón en la que pararon el tráfico unos 1.000 niños de 7 a 18 años, que corrieron a lo largo de 1,6 kilómetros.
Aunque el premio de la competición es de 115.000 dólares para los atletas profesionales, para muchos de los corredores la recompensa fue realizar un inusual “tour” por las calles de la Gran Manzana, aprovechando la ausencia de tráfico en las calzadas y de nubes en el cielo.
El United Airlines Half Marathon of NYC, por su nombre oficial, es una iniciativa de New York Road Runners, que desde su fundación en 1958 ha pasado de ser un pequeño club de corredores a una de las primeras organizaciones del mundo en este ámbito, cuya marca más conocida es el Maratón de Nueva York.
La organización lamentó el reciente fallecimiento de uno de sus miembros más destacados, Norbert Sander, ganador del Maratón en 1974 y único neoyorquino en ostentar esta distinción.
