La valla metálica tiene un kilómetro de longitud, tres metros de altura y divide en dos la Explanada de los Ministerios, que acaba en la sede del Senado, donde a partir de este jueves se celebrará la fase definitiva del proceso contra Rousseff, suspendida de todas sus funciones desde mayo pasado.
La intención de las autoridades es que las personas favorables a la destitución de Rousseff se concentren en el lado derecho de la valla, mirando hacia el Senado, y que quienes apoyan a la mandataria lo hagan a la izquierda, con lo cual queriendo o no se reflejan las tendencias ideológicas de unos y otros.
Esa misma valla fue instalada en la Explanada de los Ministerios en las fases anteriores del proceso, pero para la etapa final casi no han sido convocadas manifestaciones.
Algunos movimientos sociales han anunciado que pretenden hacer un acto en la Explanada de los Ministerios el próximo lunes, cuando la propia Rousseff presentará su defensa personalmente ante el pleno del Senado.
La comparecencia de la mandataria será previa a la votación, que está prevista para el martes o miércoles de la semana próxima, en la será destituida si así lo decide una mayoría calificada de 54 votos, que representan dos tercios del total de 81 senadores.
Si el Senado se inclina por la destitución, el mandato que vence el 1 de enero de 2019 será completado por Michel Temer, quien como vicepresidente sustituye en forma interina a Rousseff desde que se instauró el proceso.
No obstante, si la mandataria fuera absuelta de los cargos sobre maniobras fiscales irregulares, recuperará el poder y relegará otra vez a la vicepresidencia a Temer, a quien acusa de “conspirador” y “golpista”.
Además de instalar la valla metálica a lo largo de la Explanada de los Ministerios, las autoridades de la capital también anunciaron que, a partir del jueves, la seguridad en los alrededores del Senado estará a cargo de unos 4.000 agentes de la policía.