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Con 59 millones de estudiantes en escuelas y 10 millones en universidades y facultades, la educación católica se pone frente al desafío de profundizar las raíces cristianas ante la secularización de la enseñanza. Esto es lo que cuenta monseñor Vicenzo Zani, secretario de la Congregación de la Educación Católica para la Santa Sede. En su visita al país, se reunirá con docentes, alumnos y autoridades de la Universidad Católica e impulsará el desarrollo de la Facultad Eclesiástica de Teología.
Pilares. El año pasado, el Congreso sobre Educación Católica determinó cuatro pilares fundamentales en esta área, describe monseñor. El primero de estos es la misión e identidad de la institución de enseñanza católica. “Tiene que ser una universidad abierta, que dialoga, que pueda captar el problema, elaborarlos y reelaborarlos”, menciona Zani.
El segundo pilar involucra a los diversos sectores que están en tarea de educar y cómo involucrarlos entre ellos. La tercera premisa apunta a la formación de los formadores, lo cual es el corazón de la educación. Y lo cuarto tiene que ver con los desafíos del mundo de hoy. Esto apunta a una mirada más global y abierta al mundo. “Sobre todo a nivel universitario nuestras instituciones no deben cerrarse en sí mismas, sino ubicarse en una red global, para movilidad de los estudiantes y docentes”, menciona el representante de la Santa Sede, cuya visita coincide con el aniversario 50 del reconocimiento de la UC.
Secularización. Monseñor resalta que muchos estudiantes de las instituciones católicas no son creyentes. Las escuelas y universidades católicas no son solo para los católicos. Ofrecen una educación cristianamente inspirada y abierta a todas las personas”. Hablando de la situación actual de la enseñanza religiosa a nivel mundial, menciona que hay situaciones diversas en el mundo. En algunos lugares está plenamente permitida, mientras que en otros se prohíbe por completo. Menciona que esta secularizción (despojarla de todo contenido referente a la religión) representa un reto.
“El desafío es ir a profundizar las raíces cristianas de la educación. La verdadera inspiración de la raíz es la antropología cristiana que hemos recibido de la revelación”. Agrega que una universidad y escuela católica se distingue de otras instituciones porque debe ser escuela y universidad a la vez. “Se requiere la inspiración, que es la raíz cristiana, que ilumina desde adentro las diversas disciplinas y ciencias. La religión no es algo que se pega o se agrega desde afuera, se da desde lo interno, desde las ciencias”.