23 abr. 2024

“Una polca de Emiliano valía lo que un ejército en la Guerra del Chaco”

La música desempeñó un papel importante en la contienda chaqueña (1932-1935), con composiciones que ayudaban a enaltecer el valor de los soldados, además de servir como un bálsamo de sus espíritus quebrantados.

musicos en la guerra del chaco

Por Adrián Cáceres

adrian-caceres@uhora.com.py

A un par de días de recordar un aniversario más de la Paz del Chaco, rescatamos un aspecto importante de la conflagración que protagonizaron paraguayos y bolivianos entre 1932 y 1935: la música.

El arte de combinar los sonidos con la voz humana desempeñó un papel muy importante en la Guerra, a tal punto que “una polca de Emiliano R. Fernández valía por un ejército más o menos”, según Ángel Antonio Gini, docente, folclorista y estudioso de la obra del citado poeta y músico paraguayo.

“Sin la música no se hubiese insuflado el espíritu guerrero del soldado paraguayo para combatir y defender la heredad nacional”, subraya Gini.

Agregó que los compositores fueron verdaderos héroes en medio de la guerra, aprovechando los momentos de pausa en el conflicto para escuchar y cultivar la música paraguaya. Los artistas empezaban a cantar, a tararear, y así dieron origen a muchas canciones.

El legado de aquellos músicos es una tradición rica en el repertorio popular, tal como lo comprueban títulos como 13 Tuyutí, Rojas Silva rekávo, Causa ne ñaña, 29 de setiembre, todas canciones de Emiliano.

HOMBRES INSIGNES. Sin embargo, no solamente Emiliano fue un referente, según Gini; también brillaron músicos como Enrique Gayoso, Matías Núñez González, Santiago Cortesi, Julián Rejala, Herminio Giménez, Roque Centurión Miranda, José L. Melgarejo, los hermanos Larramendia, entre otros.

Los estilos que predominaban eran la polca y el rasguido doble, aunque a veces se ejecutaban “unas tonadas populares, a las cuales ponían letra” para hacerse bromas los unos a los otros, y así tratar de alivianar los pesares.

“Es indiscutible la importancia de la música, el idioma guaraní y la revista folclórica Ocara Poty Cué Mí, donde se carteaban los soldados y se publicaban los versos que se hacían en la Guerra del Chaco”, expresa Gini.

En ese sentido, señala que Emiliano R. Fernández dignificó el idioma guaraní y la música popular que hasta hoy día se sigue cultivando

MÁS COMPOSICIONES. También hay otras canciones compuestas antes de la contienda, pero que se popularizaron en la guerra, como es el caso de Che la Reina, Pene ra’arôvo, Tuyamí y Ahakuetévo, todas de Emiliano. El docente resaltó que el legado de aquellos músicos es una tradición rica en el repertorio nacional.

“Muchos trataron de imitar a Emiliano R. Fernández, quien no tuvo mejor universidad que su vida; es de aquellas personas que nacen cada 100 años”, asevera Gini.

“LA MÚSICA JUGÓ UN PAPEL IMPORTANTE”

“La música desempeñó un papel muy importante en los conflictos. Todo lo que significó en el momento de la guerra, en cuanto a brindar aliento, fuerza y ánimo, fue impresionante. Yo creo que la música tiene una carga espiritual muy grande en situaciones de conflicto. De hecho, hasta hoy sigue siendo así. Uno se da cuenta de que en cualquier manifestación o en situaciones críticas que hay en el país, de alguna manera se arma un escenario y se empieza a cantar. Las composiciones tienen aun más fuerza cuando tienen que ver con lo que está ocurriendo, y en ese sentido las obras de Emiliano R. Fernández, por ejemplo, sobresalen. Hoy en día entonamos canciones compuestas para otras situaciones, revitalizando las obras de quienes fueron además héroes de guerra. La influencia de los conflictos en las composiciones se nota en las letras, y hay como dos vertientes en torno a las conflagraciones: una corriente belicista o militarista y otra pacifista”.

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