De esta manera, los universitarios movilizados permanentemente lograron que el CSU revea la decisión de postergar por dos meses más el estudio de la modificación del reglamento de la Universidad Nacional.
Fernando Krug, vocero de la mesa coordinadora de #UNAnotecalles, comentó que se solicitó al CSU celeridad para tener un nuevo estatuto antes de octubre. Los universitarios insisten en la imposibilidad de negociar los puntos sensibles que tienen relación directa con los problemas de la universidad. La paridad en el gobierno es uno de los principales pilares de esta reforma, como así también los ejes que tienen que ver con la transparencia.
“Dejamos por sentado que no queremos extendernos demasiado en el estudio. El común denominador de todos los sectores estudiantiles es que el nuevo estatuto esté antes de las elecciones para representante en la asamblea que será en octubre ”, indicó.
De aprobarse parcialmente esta reforma, docentes y estudiantes tendrán, en el próximo periodo, una participación equilibrada en los consejos directivos de las facultades y en la Asamblea Universitaria (ver infografía).
Actualmente, los consejos directivos de las facultades están siendo controlados por las claques docentes que tienen mayoría y que utilizan la estructura para repartir rubros a leales, designando en cargos de confianza a personas que no tienen méritos académicos y cobran sueldos elevados. Esto desató en 2015 la primavera estudiantil.
Krug afirmó que los estudiantes continuarán movilizándose porque nada les asegura que los asambleístas votarán a favor de un estatuto que elimina privilegios a un estamento.