El temblor se registró a trece kilómetros de profundidad a las 19.56 hora local (18.56 GMT) y el epicentro se ubicó en la provincia de Macerata, entre los municipios de Castelsantangelo sul Nera, Ussita y Visso.
Unos veinte minutos después, a las 20.16 locales (19.16 GMT), se registró otra sacudida en la misma zona pero esta vez menos intensa, de magnitud 2,9 en la escala de Richter, según el INGV.
Los municipios que sufren estos temblores son los mismos afectados por los terremotos que se sucedieron entre el 26 y el 30 de octubre, el mayor de 6,5 grados, que devastaron numerosos pueblos de esta zona montañosa entre las regiones de Umbria y Las Marcas.
Esa área fue azotada el pasado 24 de agosto por otro terremoto que destrozó las cercanas localidades de Amatrice, Arquata del Tronto y Accumoli y que causó la muerte a 297 personas.
Los temblores en esta comarca, a los pies de los Apeninos, se han sucedido desde el pasado agosto y el INGV ha informado de que, a raíz de esa fecha, se han detectado cerca de 23.900 sacudidas.
La mayoría de ellas han sido de baja intensidad y 682 han tenido entre la magnitud 3 y 4 de Richter.
Esta serie de terremotos en el centro de Italia, además de importantes desperfectos y numerosos daños en su patrimonio cultural, han provocado miles de desplazados.
La Protección Civil italiana informó hoy de que son más 31.700 las personas que asiste en la actualidad, de las cuales 20.400 han sido alojadas en centros polivalentes y 9.100 en albergues fuera de la zona sísmica, en la costa adriática.
La Cámara de los Diputados de Italia (cámara baja) acogió hoy a 600 alcaldes de municipios afectados por estos terremotos, como el de Amatrice, Sergio Pirozzi, que expresó “la sensación” de abandono por parte de algunas autoridades.
“Tengo la sensación de que quizá alguno nos está abandonando (...) Pero estoy seguro de que no será así, de lo contrario estos pueblos no volverán a vivir”, reivindicó el regidor del mencionado municipio, reducido a escombros el pasado 24 de agosto.
