El convoy circulaba entre la poblaciones de Gossi y Doro cuando dos artefactos ocultos en la carretera estallaron a su paso; a las explosiones les siguió un nutrido fuego de armas ligeras y lanzagranadas, según las fuentes.
Uno de los soldados murió en el acto y los demás fueron trasladados al hospital de Gao, el mejor equipado de la región; uno de los vehículos quedó totalmente calcinado, sin que haya noticias de supuestas bajas entre los agresores.
Ningún grupo ha reivindicado el ataque, pero responde al “modus operandi” de los varios grupos yihadistas que operan en el tercio norte maliense, que suelen realizar ataques sorpresivos y replegarse acto seguido a sus bases (que por otro lado también van cambiando de lugar).