29 mar. 2024

¿Un penal es una manera cobarde de marcar un gol?

VIDEO. Lo dijo un tal Edson Arantes do Nascimiento, más conocido como Pelé, uno de los mejores, si no el mejor de los jugadores de la historia. Sin embargo hoy, hacen 6 años de ese gol histórico que puso a Paraguay en cuartos de final de la Copa del Mundo.

Era un día parecido, la siesta estaba fresca, y como casi siempre, las cosas en el país no estaban bien... Sin embargo se disputaban los octavos de final del Mundial de Sudáfrica y Paraguay, quien participaba de un certamen parecido por cuarta vez consecutiva, tenía una oportunidad única de hacer historia.
El “waka waka” de Shakira sonaba entonces en todos los recovecos de la nación y aquel 29 de junio, el país se había paralizado. En la plaza, en los centros comerciales, en los lugares de trabajo, absolutamente nada más importaba. El momento de la Selección Paraguaya de fútbol se contagió y se ganó un lugar en todas las esferas de la sociedad.
Tras el sufrido partido en donde no se pudo romper el cero, la Albirroja caía en la encrucijada de definir su futuro desde el punto blanco. Iba caminando entonces aquel hombre de 1,92 de estatura, con el número 7 impreso en la espalda, iba lento, sereno, casi sin mostrar expresión en el rostro con destino al lugar más injusto del mundo.
El punto del penal, 11 metros de la línea de meta dice el reglamento de la FIFA, 12 pasos la leyenda popular, sabrá Messi de lo difícil que resulta estar parado en esa posición, pero este no era ese astro, sino Óscar René Cardozo Marín, un joven de 27 años, de condición humilde, oriundo de un pueblito de Caaguazú. Kawashima esperaba agazapado, ya su compañero Komano, había estrellado el balón en el travesaño y la presión lo invadía, tanto a él como al Tacuara, quien cargaba con la mochila más pesada de la historia Albirroja, la de la responsabilidad de hacer historia.
Autorizó el árbitro, Cardozo realizó una mueca discreta con los labios, dio unos pasos y aplicó el zurdazo, lo que pasó después es sabido, pero ese momento fue único y hoy vale recordarlo. Por ahora la frase de Pelé se puede guardar en algún oscuro lugar. Mirá.