con presión. Pero toda esa emoción y desahogo del final tuvo un comienzo cargado de nerviosismo y preocupación. Porque en el juego que se disputaba en simultáneo, Santaní, su rival directo en la lucha por no descender, ganaba y metía mayor presión.
Desordenado, con pocas ideas para generar peligro en zona defensiva y con más intención que buen juego. Así se presentó el primer lapso, donde solo sobre el final hubo algo de emoción. Una clara jugada de gol de Rubio Ñu, mal finalizada, terminó en la jugada más clara de gol de Libertad, pero Moreira disparó desviado con el arco sin resistencia.
retoque. En la complementaria, los de Almeida apostaron a la línea de tres en el fondo en busca de mayor proyección de sus laterales, pero solo Moreira dio la cara en esa intención.
Rubio Ñu no encontraba la forma de hacer daño, pero sacó a relucir su mejor arma. En el primer cabezazo de Escobar, apareció Muñoz, pero en el siguiente, la Arboleda estalló en el grito de gol, un grito esperanzador por seguir en la Primera División.