Mil Solidarios ha estado dando apoyo escolar a quinientos jóvenes bañadenses y a un centenar de madres jóvenes.
El fruto ha sido positivo. Pero ya hay que dar un paso adelante.
Además de apoyo escolar esencial, queremos sobre todo poner todas nuestras fuerzas en que esos jóvenes alcancen una formación humana a nivel personal, bañadense, social, artístico, político, cultural con ese “plus ultra” (más allá) que impulsa una visión de la vida exigente, como es la del seguir a Cristo.
Tarea difícil porque el nivel medio paraguayo se va hundiendo en una pobreza que mata. Difícil, pero no imposible si se cuenta con los medios humanos y económicos que tenemos. Es alegre porque va a despertar las energías de la juventud. Exige “capacidad de soñar futuro y de luchar por eso en el presente”.
Solamente se necesita tener ese corazón libre, solidario, con esperanza alegre en la lucha, del que habló el papa Francisco a los jóvenes en la Costanera el domingo 12 de julio en su visita.
En este emprendimiento las dificultades me rodean y tientan en abandonarlo.
Pero, estos jóvenes bañadenses valen mucho. Están curtidos por sufrimientos y limitaciones vividas desde pequeños. Y esto los ha fortalecido, pero tienen varias amenazas, son amenazados por la droga y tentados por un sexo en libertinaje que rompe sus vidas. Y por delante está la falta de trabajo que los deja sin horizontes.
Ha sido provechoso lo que hemos hecho hasta hoy. Pero, las circunstancias que vivimos en el Paraguay nos lleva a dar un paso adelante más fuerte. Un compromiso mayor con el presente para que tengan un mejor futuro.
Estos serán los Mil Solidarios del 2016, si Dios quiere. ¡Ayúdennos!