Por Raúl Cortese
ENCARNACIÓN
Un enorme pozo quedó al descubierto luego de que el padre de uno de los alumnos haya ingresado con su vehículo hasta el patio de la actual escuela Clementina Irrazábal, en la ciudad de Encarnación, Departamento de Itapúa.
El hecho causó revuelo en el lugar en la mañana de ayer, generando todo tipo de comentarios. Sin embargo, la versión más firme señala que era un reservorio de agua para la provisión de la propia escuela, muchas décadas atrás.
Eso se supuso al romper la tapa del depósito de agua, desde donde se bombeaba hacia un tanque elevado para desde allí distribuirla.
La profesora Diana Ayala significó que se encuentran muy preocupados por la seguridad de los niños, ya que se estima que el pozo tiene unos cuatro metros de profundidad y otro tanto de ancho. La escuela se encuentra en pleno centro de la ciudad, frente a las instalaciones de la Terminal de Ómnibus y al actual edificio de la Municipalidad de Encarnación.
En principio se pudieron visualizar paredes cubiertas de cemento y dos caños de cerámica que llegan hasta la parte superior. Parte de lo que sería la losa del pozo o techo comenzó a hundirse, temiéndose que pueda desmoronarse finalmente.
Esta institución escolar cumplirá el 17 de marzo 88 años de fundación. Allí también funcionaba anteriormente la Escuela Normal, con unos 100 años de antigüedad.
UN SIMPLE POZO. Para el investigador e historiador licenciado Silvio Sosa no se descarta que este recinto haya podido ser utilizado como sala de torturas en la época del entonces intendente de la ciudad, Domingo Robledo, amigo de Alfredo Stroessner. Esta versión sin embargo fue desestimada por otro reconocido historiador de la ciudad, el arquitecto Daniel Morel, quien aseguró que “se trata de un reservorio de agua de los años 60. Llama la atención la dimensión del reservorio, no podemos descartar que la Municipalidad también haya sido beneficiada con el suministro de agua potable”, afirmó el conocedor.
Agregó que en el año 1967 ocurrió algo similar con el actual pozo, pero se volvió a colocar la tapa, pasando al olvido.
Fiscalía. En contacto telefónico con Martín Almada, reconocido activista y defensor de los derechos humanos, este se mostró sumamente interesado en el hallazgo, pidiendo que la Fiscalía tome cartas en el asunto para de esta manera poder investigar el pozo.
No descartó que el mismo haya sido utilizado en épocas de la violenta represión ocurrida en esta ciudad, luego del asesinato de Domingo Robledo, cuando cientos de personas fueron encarceladas y torturadas. “Existen testimonios y declaraciones de la época, que fue muy dura. Ese día del asesinato yo cruzaba a Paraguay desde la ciudad de Posadas, me acuerdo perfectamente”, comentó Almada por teléfono.
Al cierre del presente informe, ningún funcionario del Ministerio Público se hizo presente en el lugar.
Versión final. Después del hallazgo y todo el movimiento que se realizó en el local escolar, prácticamente quedó confirmado que se trataba de un depósito de agua para la provisión a la escuela.
Hubo especialistas que recomendaron llenarlo de arena para evitar que se siga hundiendo como ya ocurrió con el peso del vehículo.
El hecho fue muy comentado y surgieron varias historias y suposiciones al respecto, y se convirtió en el tema más comentado en todos los medios de comunicación de la capital del Departamento de Itapúa.