La víctima, Marisol Ramona Valdez González (41), acudió hasta la sede policial para comunicar lo que le sucedió.
Según la mujer, la pareja mantuvo una discusión y pidió a su marido que abandonara la casa. El uniformado aceptó, ganó la calle con su camioneta, pero regresó tras atropellar el portón y derribarlo.
Nuevamente en el predio de la casa, intentó agredir a su pareja, quien logró salir del lugar y acudir a la comisaría en donde denunció el caso.
Incluso, conversó por teléfono con representantes del Ministerio Público, a quienes les relató lo que le sucedió.
Los agentes de la Comisaría 28 Central acudieron hasta la vivienda, ubicada sobre las calles Don Andrés Núñez casi 29 de Setiembre.
Allí encontraron la escena y confirmaron la denuncia de la afectada. El militar –según el informe policial– confesó que golpeó a su esposa y prometió que cuando los agentes abandonaran el domicilio, lo volvería a hacer.
Los agentes denunciaron que durante la intervención, el militar colocó 200.000 guaraníes en manos de un agente para evitar que sea aprehendido.
El militar supuestamente ofendió a los intervinientes y los atacó arrojando botellas de vidrio, asegurando que no podrán detenerlo ni llevarlo ante la Justicia Ordinaria.
Mientras intentaban calmarle los ánimos, supuestamente se encerró en una de las habitaciones de la casa para evitar ser llevado por policías. En su poder tenía su arma reglamentaria con la que amenazó a su esposa, según la víctima. El personal de la Comisaría 28 Central no pudo controlar la situación y solicitó apoyo de superiores.
A la casa acudieron más agentes y tras conversar con el uniformado que aparentemente estaba alcoholizado, lograron reducirlo, desarmarlo y llevarlo hasta la comisaría de Luque, en donde se negó a someterse a la prueba del alcotest, informaron. Presentaron a la Fiscalía como prueba de intento de soborno, el dinero del militar.